Desde que Luis Alberto Cabrera Díaz entró a un quirófano y observó como su papá realizaba una cirugía de abdomen, supo que quería ingresar a la misma preparatoria que él para obtener la misma educación, por lo que desde enero comenzó a estudiar todos los días, incluidos fines de semana, entre tres y cinco horas para poder ingresar al Colegio de Ciencias y Humanidades Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM ). Hace unas horas se enteró que logró entrar y además que fue uno de los tres estudiantes que obtuvieron los 128 aciertos de la prueba del concurso de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior ( Comipems ).

En entrevista con EL UNIVERSAL , el joven de 14 años quien acaba de salir de secundaria con un promedio de 9.9 y menciones honorificas , asegura que el apoyo de su familia fue fundamental para lograr obtener “la calificación perfecta” , como él le llama, puesto que hubo fines de semana en que nadie de la familia salió de casa para apoyarlo.

“Toda mi familia me ayudó a obtener este logro. Hubo varios fines de semana que ni yo ni mi familia salimos por estar estudiando , porque si había algún tema que no entendía, mi mamá y mi papá me ayudaban a entenderlo. Mi hermano menor también me ayudó con sus porras”, comenta.

En su cuarto, rodeado de carteles de Bjork, su cantante preferida, de libros de Stephen King, y de cómics, Luis Alberto afirma que no tuvo que recurrir a tomar cursos en instituciones privadas o talleres enfocados para presentar este examen, “sólo fue prepararme por mi propia cuenta. Mi estudio se basó en estudiar la guía del Comipems , realizar exámenes prueba y revisar pruebas similares a la que realizaría”.

“Luigi”, como le dicen de cariño, asegura que quiere estudiar en el CCH Sur porque “es una buena prepa, tengo buenas referencias de ella, principalmente por mi papá quien ahí estudió la preparatoria y la educación superior en la UNAM . Además, mucha de mi familia es de esa universidad.”

César Cabrera Peralta, padre de Luis Alberto, asegura que ayer por la tarde cuando le avisaron que su hijo había conseguido tener los 128 aciertos de la prueba, él y su esposa “no cabían de alegría”, a pesar de que el objetivo no era ése, sino que su hijo pudiera entrar a alguna de sus primera opciones de bachillerato.

“Sentimos mucha emoción, Luis es un niño muy aplicado, entonces ya esperábamos que él fuera aceptado dentro de sus principales opciones para estudiar el bachillerato. No esperábamos que fuera un examen tan excelente, si sabemos que es muy bueno académicamente, pero no, ése no era el objetivo (obtener la mejor calificación), sino que el objetivo era que llegara a estar en una de sus opciones académicas, pero sí fue una gran emoción y sorpresa”, comenta con una sonrisa.

A tres días de que el aficionado de los Pumas cumpla 15 años, hoy en su casa, ubicada en la delegación Iztapalapa, su abuela y sus tías lo abrazan y felicitan “porque es un orgullo para nosotros. Siempre ha sido un joven muy educado y un chico de excelencia. Ya avisamos a todas nuestras amistades, porque no cualquiera puede presumir que tiene entre su familia a uno de los tres chicos que hicieron el examen perfecto para entrar a prepa”.

ahc

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