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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aceptará a tres mil 613 de los 11 mil 051 alumnos cuyos exámenes fueron calificados de manera incorrecta en una primera instancia.
Así lo informó la institución a través de un comunicado de prensa en el que da a conocer que de acuerdo con los resultados del nuevo proceso de calificación del concurso de asignación de aspirantes a la educación media superior, 3 mil 613 adolescentes obtuvieron el puntaje necesario para ingresar a su bachillerato.
“La UNAM hará un esfuerzo adicional para incorporar a la totalidad de esos 3 mil 613 aspirantes a los diferentes planteles de la Escuela Nacional Preparatoria y del Colegio de Ciencias y Humanidades. La asignación se efectuará considerando las opciones registradas por el aspirante y el número de aciertos obtenidos en el examen”, señala la institución.
Esto, después de que el lunes miles de padres de familia protestaron y se quejaron a través de redes sociales porque sus hijos que aspiraban a ingresar al sistema de bachillerato de la UNAM habían obtenido puntuaciones que consideraron “irreales” en el concurso de asignación, las cuales no correspondían con el esfuerzo ni con el historial académico previo de sus hijos.
Posteriormente, la institución reconoció que había calificado mal los exámenes de 11 mil 051 aspirantes.
Los nuevos procesos de calificación de los exámenes y asignación de espacios se llevaron a cabo el martes en presencia de funcionarios y autoridades de la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEP; de la Secretaría Técnica de la Comipems; de auditores de la UNAM y de la consultora internacional Price Waterhouse Cooper, así como del Notario Público Número 49 de la Ciudad de México.
Los aspirantes que resultaron asignados a la Universidad Nacional deberán consultar la página electrónica de la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems), a partir de las 13:00 horas de hoy, para obtener sus documentos de ingreso y la cita para la entrega de certificados.
“La Universidad de la nación subraya que tanto el examen como el proceso de asignación cuentan con los mayores estándares de calidad, confiabilidad y transparencia, y refrenda su compromiso institucional con la educación y con los jóvenes del país”, afirma la institución.
Daniela Rubí Ramírez Salgado, de 16 años, dijo que enfrenta el hecho de que el suyo puede ser uno de los 11 mil 051 exámenes de admisión al bachillerato que la Universidad Nacional Autónoma de México calificó mal, error que le puede costar perder un año de estudios y tener que volver a prepararse y presentar la prueba, cuando dice que se ganó un lugar.
“El día que revisé los resultados saqué 36 aciertos, me pareció algo ilógico porque había estudiado durante mucho tiempo y me preparé bien, sentí el examen fácil, bien y a parte de eso en mis exámenes de simulación llegué a sacar 114 puntos. Cuando vi que tenía 36 aciertos fue horrible, ésta es la peor sensación que he tenido, no sabía qué hacer”, contó. “Tal vez que no nos den nuestra primera opción, pero sí que revisen nuestro examen. No es justo lo que nos hicieron”, señala.
La misma sensación comparten Juan Eduardo y Nicole Aileen Jaso Elías, de 14 años, quienes la mañana del miércoles se tuvieron que formar durante cuando menos una hora para solicitarle a la UNAM que revise sus exámenes, puesto que la cantidad de aciertos obtenidos, entre 27 y 33, no corresponde con el esfuerzo ni la trayectoria académica que han demostrado los jóvenes.
“Me sentí mal porque me estuve preparando y en todos los exámenes que me habían hecho había sacado más aciertos, como 90. Fui a cursos, estuve en un programa en la computadora haciendo un examen de simulación. Pensé qué había pasado porque si estuve todo el proceso preparándome, no se me hacía lógico haber sacado eso. Estudiaba como una hora en mi casa y siete horas en el curso”, contó Nicole Aileen, a quien le sorprendió haber obtenido esa calificación tras tener un promedio de nueve en la secundaria.
Su deseo era entrar al plantel 9 de la Escuela Nacional Preparatoria, Pedro de Alba, “mis papás me dijeron que se sienten desencantados, tristes y muy enojados”.
Sus padres desconfían de que se les vayan a otorgar los lugares que ellos consideran que les corresponden en su primera opción, por eso comenzaron a buscar opciones en escuelas privadas o a esperar que sus hijos cuando menos sean asignados en alguna de las escuelas que eligieron.