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Con clásicos literarios que resurgen de las cenizas en plena era digital, Muriel Bourgeois busca incentivar el hábito de la lectura en niños de todo el mundo. Su ambicioso proyecto se ha consolidado en España y ha encontrado lugar dentro de la sociedad mexicana.
Con una formación en Humanidades y una gran pasión por contar cuentos, Muriel creó MiCuento, la startup que promueve el amor por los libros entre niños de todas las edades, convirtiéndolos en protagonistas de sus historias favoritas.
Érase una vez la historia de Muriel…
Contar cuentos es su pasión. Su versatilidad para crear historias e interpretar personajes ante centenares de niños la han convertido en temidos lobos feroces y en malvadas brujas, casi siempre sacadas de algún cuento de hadas.
El trabajo que hace se ha ganado el reconocimiento de los más pequeños, quienes quedan sorprendidos y se mantienen en suspenso a lo largo de toda la historia. A diferencia de otros narradores, Muriel Bourgeois convierte al espectador en el personaje principal del cuento.
Como experta en educación y literatura infantil, sabe que la voz y el cuerpo no son elementos suficientes para mantener la atención de los pequeños. Durante los festivales de narración oral, hacer que el niño esté dentro de la historia es garantía de éxito.
“A través de ver ese momento tan mágico, la gran pregunta que surgía era ‘¿cómo podríamos hacer para que todos los niños del mundo pudieran ser los protagonistas de sus historias favoritas?’”.
La respuesta la encontró en Javier Falco, licenciado en Economía por la Universidad de San Andrés en Buenos Aires, Argentina, y cofundador de MiCuento, quien tras conocer la ambiciosa propuesta de Muriel sugirió crear una plataforma en línea para que la magia de los cuentos personalizados pudiera llegar a todo el mundo.
Fue así, con la experiencia de Falco en el desarrollo de negocios y la fascinación de Bourgeois por los libros, MiCuento se convirtió en una empresa emergente que ha sabido combinar la tecnología con la tradición.
“Conocí a Javier Falco, que estaba trabajando en un fondo inversor en Argentina. Él invertía en empresas tecnológicas y cuando le conté un poco la idea, decidió saltar del otro lado del mostrador y emprender. Él decía que para hacer un proyecto de este tipo a nivel global sólo se podía hacer mediante la tecnología. Fue cuando decidimos crear una plataforma online”.
Es así como en 2014 surge MiCuento, la plataforma en línea, donde los niños se convierten en protagonistas de sus historias preferidas.
Cuentos que traspasan páginas
Cada libro de MiCuento es único, pues a diferencia de las demás editoriales, los ejemplares se imprimen uno a uno. El proceso de producción está diseñado para que los lectores más pequeños se identifiquen con los personajes y adquieran gusto por la lectura.
“La gran innovación es que imprimimos los libros uno a uno. Cada uno de los libros se hace especialmente, se manda a imprimir y se envía. En las editoriales tradicionales el proceso es más largo, se hacen grandes impresiones de muchos libros y éstos viajan a las librerías y en ellas esperan al consumidor. En nuestro caso vamos directamente al lector”.
Lograrlo no ha sido una tarea fácil. Se requiere destreza y conocimiento de la obra original. Además, comenta, se trata de un proceso largo y de mucho respeto por el trabajo del autor.
“Desde la parte artística hasta la parte literaria respetamos profundamente la obra original”.
En el caso de El Principito, escrita por el francés Antoine de Saint-Exupéry y de la que obtuvieron los derechos en 2016, las ilustraciones y la adaptación literaria conservan en esencia la idea central de la obra.
“Buscamos que el cuento personalizado abriera el universo poético de El Principito a los más pequeños. En el proceso de creación empezamos a ver en qué elementos nos podríamos centrar para acercar esos conceptos a los niños”.
A diferencia de la narración oral, donde Muriel fácilmente logra captar la atención de los niños, en los cuentos personalizados el trabajo requiere de doble esfuerzo: Despertar el interés por los libros y hacer que el niño logre entusiasmarse por la lectura.
“Cuando uno habla con los padres y madres del entorno, hay una gran preocupación de cómo hacer para que los niños sigan entusiasmándose por la lectura, cuando están continuamente enganchados a videojuegos, videos en YouTube, redes sociales, etcétera”.
Con su experiencia de más de siete años en la creación de contenido infantil, consiguió que el lector, en cada uno de los 16 títulos que conforman la colección de MiCuento, viva una experiencia inigualable y abandone por un momento, relata, la cotidianidad que trajo la tecnología.
“La idea de MiCuento es hacer que el niño viva una experiencia única, que le haga sentir que está galopando por el desierto de los bárbaros aun cuando esté sentado en su cama. Hacer que el niño vea que en el libro está él mismo”.
La labor de la joven emprendedora ha sido reconocida en España, sede oficial de MiCuento, donde cada vez que envía un libro personalizado, recibe a cambio mensajes de gratitud tras compartir su pasión por contar cuentos con los nuevos lectores.
Libros con valor
La propuesta de Muriel no sólo busca innovar el sector editorial, sino también impulsar valores a través de la lectura compartida. Cada una de las historias de MiCuento son elegidas pensando en el aporte educativo que puedan dejar a los niños.
“Elegimos historias que nos conmueven, principalmente, que aporten un valor importante a la vida del niño. Pensamos también en aquellas historias que a nosotros de niños nos tocaron el corazón”.
De los 16 títulos que alberga MiCuento, siete son creaciones originales. “Iniciamos con una línea editorial propia muy vinculada a las distintas edades y las etapas del aprendizaje del niño”.
Después de ver el éxito comercial en España, donde en 2016 vendió cerca de 500 ejemplares, cifra superada en el primer trimestre de 2017, llegó la oportunidad de acercar algunos clásicos de la literatura infantil a los niños, de los cuales El Principito se ha coronado como la obra maestra de MiCuento.
La llegada a México
Aunque por el momento la magia de MiCuento se extiende hasta España, Estados Unidos y México, adonde llegó en mayo de 2016, tiene previsto extenderse, a mediano plazo, al resto de Europa. Además, este año se prevé que la lista de éxitos continúe creciendo con la adaptación de Miffy la coneja, libro para los más pequeños de la casa.
“A MiCuento lo veo como una plataforma de referencia en términos de motivación y fomento de la lectura para los más pequeños. Un lugar donde todas las historias que a uno le han motivado o asombrado en su vida estén ahí y que uno pueda regalarlas y crear esa conexión personal”.
Pese a los bajos índices de lectura en México, en promedio 3.8 ejemplares leen los mexicanos al año, según datos del Módulo de Lectura (Molec) del Inegi, la recepción de este proyecto editorial ha sido “muy buena, especialmente con una parte de nuestros libros que están vinculados a los afectos familiares”.
Tanto en México como en España, el precio de una historia personalizada depende de la cantidad de hojas que contenga el cuento. “El precio es igual. Sea que se personalice con uno o dos personajes, el precio varía en función de la cantidad de páginas”.
Actualmente, su precio puede rondar desde los 500 hasta los 600 pesos más cargos de envío, que se incrementan con la cantidad de libros adquiridos.