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Durante un año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ( UNESCO ) evaluará a 15 escuelas que han entrado en el programa Escuelas al CIEN de la Secretaría de Educación Pública (SEP ) para verificar si este está funcionando y si ayuda a cumplir con las metas de l a Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Ayer se inauguró el Foro Internacional de Infraestructura Física Educativa , organizado por la UNESCO y la SEP en el salón Nizhisawa de la dependencia federal. El objetivo es actualizar a las dependencias federales y locales encargadas de la construcción de infraestructura física con respecto a las nuevas tendencias e innovaciones que se siguen en la construcción de escuelas en todo el mundo.
Al término del encuentro se redactará una lista de indicadores y un documento de conclusiones que permita analizar los resultados que ha tenido el programa Escuelas al CIEN desde que comenzó a operar en enero de 2016, con respecto al cumplimiento de las metas en infraestructura escolar propuestas por la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Esta meta se refiere específicamente a que la infraestructura educativa que se construya en los países firmantes, entre ellos México, sean incluyentes para los niños y personas con discapacidad, que promuevan la equidad de género y ambientes de aprendizaje eficientes e inclusivos.
“Si bien por sí mismos la infraestructura y los servicios educativos no garantizan la calidad de la enseñanza, sí ofrecen condiciones mínimas de seguridad e higiene para los estudiantes, que contribuyen directamente a garantizar espacios propicios para el aprendizaje, aumentando la permanencia de estos en las escuelas”, señala la UNESCO.
Los puntos que se van a evaluar serán el porcentaje de escuelas con acceso a electricidad, acceso a internet y computadoras con fines pedagógicos, infraestructura adaptada a estudiantes con discapacidad, agua potable básica, baños para hombres y para mujeres, y un espacio para lavarse las manos.
También se evaluará el porcentaje de estudiantes que experimentan acoso, castigos corporales, hostigamiento, violencia, discriminación sexual y abusos; y el número de ataques a estudiantes, personal de educación e instituciones educativas.
“Hablar de infraestructura educativa es hablar de cambio climático, resiliencia, género. Tres o cuatro de los 193 países de la ONU encuentran unas grandes dificultades en conseguir aprovisionamiento de agua o condiciones de higiene; esta cifra se multiplica y llega a nueve o diez en los países menos desarrollados”, señaló.
Los resultados que se obtengan de esta intervención de un año, la cual se llevará a cabo en 15 planteles del país que hayan sido beneficiarios del programa Escuelas al CIEN, buscará generar una metodología de análisis basada en la experiencia mexicana pero que pueda servir para analizar la infraestructura educativa en los demás países de la ONU.
“No hay estándares mundiales de cómo medir la accesibilidad más allá de lo físico. Aproximadamente en más de 53 países, 40% de los jóvenes entre 10 y 15 años han testimoniado alguna forma de violencia física o psicológica”, explicó Nuria Sáenz, representante de la UNESCO en México.
