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En menos de dos años la población de la vaquita marina se redujo 49%, al pasar de 60 ejemplares en 2015 a menos de 30 en 2017, indica el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (Cirva).
Entre 2015 y 2017 el gobierno federal ha invertido mil 500 millones de pesos para acciones de conservación de este cetáceo, pero la pesca furtiva ha prevalecido en el hábitat de la vaquita marina. En lo que va de este año se han encontrado cuatro ejemplares muertos con rastros de redes de pesca.
La captura furtiva de la totoaba ha diezmado la población de este cetáceo que habita en las aguas del Alto Golfo de California, en Baja California. La totoaba es endémica y su vejiga natatoria, conocida como buche, puede costar hasta 60 mil dólares en el mercado asiático, al atribuirle supuestas propiedades medicinales y afrodisíacas.
En febrero de 2015 se anunció la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina y la Totoaba; entre sus acciones se encuentra la ampliación del polígono de protección en el Alto Golfo de California, que pasó de 126 mil a 1 millón 300 mil hectáreas para garantizar la cobertura del área de distribución de la especie.
Se han otorgado medidas de compensación económica a los pescadores de la región y se decretó la suspensión por dos años de la pesca comercial mediante el uso de redes de enmalle, cimbras y palangres operadas con embarcaciones menores en el norte del Golfo de California.