A tres meses de su entrada en funcionamiento, el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) carece de presupuesto propio y un siquiera tiene una “oficinita” donde se reúnan sus integrantes, afirmó su presidenta Jacqueline Peschard.

Ello luego de que la organización Ethos, Laboratorio de Políticas Públicas diera a conocer que el presupuesto estimado en materia de combate a la corrupción para este año es de 7 mil 382 millones de pesos.

“Esos siete mil y pico de millones de pesos es lo que las entidades están usando para combatir la corrupción… Sin embargo llevamos tres meses de vida y todavía no tenemos, ya no digamos presupuesto, ni siquiera una oficinita donde reunirnos”, dijo Peschard en la sede del Inai donde acudió a la presentación del Reporte Ethos. Descifrando la corrupción.

Peschard advirtió que la corrupción en México se convirtió en un problema estructural que no solo atañe a los servidores públicos sino también a los entes privados dentro del ejercicio de la función pública.

“En nuestro país la corrupción, no es un mal que ocurre de manera oculta, que nadie ve por donde se van los desvíos de recursos, sino algo que está a la luz pública, algo que hacemos en el día a día, eso es quizá lo que nos distingue de países con tradiciones democráticas, donde los actos de corrupción son grandes asuntos entre empresas y sector público.

“Para nosotros la corrupción es algo que está ahí todo el tiempo y nuestra sociedad ha sido muy tolerante con el tema. El texto que nos presenta Ethos dice que hay una falta de condena social frente a la corrupción, a esto es a lo que yo digo que hemos sido tolerantes”, advirtió.

José Luis Chicoma, director general de Ethos, señaló la urgencia de simplificar y modernizar los servicios gubernamentales, y que la falta de competencia en el otorgamiento de los mismos y el inevitable contacto entre funcionarios públicos y ciudadanos, propicia los actos de corrupción.

“La incorporación de la tecnología no solo facilitaría y agilizaría los trámites, sino también reduciría los actos de corrupción”, sostuvo.

Por su parte, el comisionado presidente del Inai, Francisco Javier Acuña, coincidió con la ex comisionada presidenta del IFAI, en el sentido de que la corrupción en México no es un tema de cultural, sino estructural.

Refrendó su compromiso de acompañar los proyectos de gobierno abierto y los mecanismos para denunciar y combatir la corrupción.

“La discrecionalidad súbita… Ha venido anidando en todos los comportamientos sociales, arquitecturas permisivas que vienen generando, indudablemente, lastres que nos pesan hoy a todos”, enfatizó Acuña Llamas.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses