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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Los dreamers no vendrán a quitarle su lugar a los mexicanos en la educación superior, señala el secretario general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Julio Mendoza Álvarez, puesto que “si llegara un dreamer que quiere entrar a la educación superior tiene que hacer examen [de ingreso]. Ahí no hay vuelta”.
En entrevista con EL UNIVERSAL agrega que los programas que se están implementando en instituciones de educación superior como el Politécnico tienen el objetivo primordial de incluir a jóvenes que no hayan podido concluir sus estudios, no a quienes busquen un primer ingreso a la universidad.
¿Cuántos dreamers el Politécnico está preparado para recibir?
—Hasta ahorita no hay una estimación en cuanto a lugares ex profeso para recibirlos. No es lo mismo los que vienen de nuevo ingreso que estudiantes que vengan sin haber terminado su licenciatura y quieran revalidar. Tradicionalmente entran los estudiantes admitidos por el examen de admisión, pasando el primer semestre algunos salen y eso ocurre en los siguientes semestres: se desocupan lugares. Entonces, por ejemplo, viene un estudiante después de cursar dos años de licenciatura en Estados Unidos, se le revalidan tres semestres y entra al cuarto. Seguramente sí va a haber lugares.
¿Cuántos espacios se desocupan cada año?
—Ese dato no lo tenemos porque no es que se abran lugares, en diferentes semestres y carreras se van saliendo los muchachos, pero no es que esos lugares estén disponibles. No tenemos ese lugar como tal porque es muy variado por escuela, por semestre.
Han surgido críticas de los movimientos de jóvenes excluidos de la educación superior que se preguntan por qué para ellos no hay espacio, ¿qué opina al respecto?
—No es lo mismo. Si llegara un dreamer que quiere entrar a la educación superior tiene que hacer examen [de ingreso], ahí no hay vuelta. Los programas [de revalidación] son para aquellos que ya estaban en la educación superior, quieren continuar y terminarla. Los jóvenes de estos movimientos son de nuevo ingreso; no son jóvenes que ya cursaron 10 o 15 materias en tal universidad y ahora quieren entrar al Poli. Bueno, si eso es lo que quieren, existen los mecanismos: pueden venir a hacer su solicitud de revalidación, se revisan los planes de estudios y las materias, los comparamos y decidimos. Pero no se le está quitando el lugar a nadie. Para entrar al Politécnico sólo hay un camino: examen de admisión.
¿Entonces los dreamers no le van a quitar el lugar a nadie?
—Si viene un dreamer que ya terminó el high school y quiere entrar a la educación superior, está bien, se les dará el reconocimiento a sus papeles y se puede inscribir al examen [de admisión]. Ahí estarán en igualdad de circunstancias, si viene bien preparado seguramente le irá bien.
¿Esta estrategia de revalidación de estudios se abrirá de manera general para todos?
—Siempre ha estado abierta. Los requisitos son básicamente para comparar contenidos, pero esa estrategia siempre está abierta. Alguien puede venir de otras entidades, trae su certificado con el contenido de sus materias y se decide cuánto se les puede revalidar.
¿El tema del presupuesto se va a convertir en un problema para la admisión de dreamers?
—El presupuesto, lo primero que habría que ver para el próximo semestre es saber de cuántos alumnos estamos hablando, cuántos llegan. Nosotros seguramente vamos a tener un ingreso de unos 22 mil o 23 mil estudiantes de nuevo ingreso. Ese alumnado se calcula con base en la capacidad que cada escuela tiene para recibir estudiantes, con base en eso se hace la estimación y la oferta de lugares. Estos que vendrían, a los niveles, no a nuevo ingreso, habría que ver cómo distribuirlos. Son muchas instituciones que ya se sumaron. Hay que ver cómo se van a distribuir porque seguramente de los que vienen no todos se quedarán en la Ciudad de México y llegarán a otras entidades. Yo no creo que al Politécnico pudieran llegar más de mil, se me haría un número muy grande. No veo que, de entrada, sea un problema que no se le vaya a dar solución. Sin duda que todas las universidades van a solicitar una ampliación presupuestal, en función del número de jóvenes que reciban.
¿Considera que se va a solicitar la ampliación presupuestal?
—Yo creo que sí. En principio porque hay una justificación ante la SEP: si vamos a admitir un número grande de estudiantes, por poner un número, a mil estudiantes, para darles las condiciones y no bajar el nivel ni nada en los diferentes semestres en los que se inscriban, en las diferentes carreras sí necesitaríamos un apoyo adicional. Eso seguramente se va a hacer, no sé hasta dónde se podrá conseguir. Por otro lado, si hay lugares para esos estudiantes en los diferentes lugares, en las diferentes carreras es porque se van desocupando lugares; entonces, de alguna forma el hecho de que un estudiante ocupe un lugar que se desocupó ya estaba presupuestado. Por eso el impacto no se va a sentir para este año.