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Los traficantes de vejiga de totoaba siguen pescando a pesar de la vigilancia permanente para proteger a esta especie y a la vaquita marina en la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, según información de autoridades federales.

De enero de 2016 a la fecha, autoridades aseguraron al menos 21 embarcaciones en 10 operativos; localizaron redes de hasta mil 500 metros de largo y descubrieron que fueron atrapadas tortugas caguama, delfines, tiburones, “almejas generosas”, totoabas, camarón café y dos ballenas, revela información de la Secretaría de Marina (Semar) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Además, una vaquita marina muerta fue hallada a unos 12 kilómetros de San Felipe, el 6 de marzo del año pasado, con lo que suman cuatro desde el mismo mes de 2015.

Autoridades federales implementaron el programa de compensación económica para los pescadores y el operativo “cero tolerancia” para evitar el tráfico ilegal de especies marinas en peligro de extinción, pero las evidencias muestran que los pescadores son reincidentes.

El programa para la protección de especies en peligro de extinción del gobierno federal asignó, el 10 abril de 2015, más de 500 millones de pesos anuales para compensación a los pescadores porque se decretó la suspensión para redes de enmalle en la Estrategia Integral para la Recuperación de la Vaquita Marina.

Desde entonces, han sido asegurados 15 barcos, más de 180 lanchas, 900 redes y artes de pesca, y 174 pescadores fueron detenidos, revelan las estadísticas de Profepa.

En este programa se estableció la participación de los tres niveles de gobierno y cuenta con 260 elementos navales, inspectores federales de la Profepa, del Ejército, Gendarmería y la Comisión de Acuacultura y Pesca, quienes realizan patrullajes marítimos y aéreos, inspecciones a embarcaciones, a personas, vehículos terrestres e instalación de puestos de control en carreteras.

A pesar de los esfuerzos y convenios internacionales suscritos para la protección la totoaba y la vaquita marina, los pescadores insisten en salir a pescar, con frecuencia de noche y lejos de la costa, indica Profepa.

Esa dependencia y las secretarías de Marina y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como el gobierno de Baja California, mantienen un acuerdo para concientizar a los pescadores de la importancia de preservar la totoaba y la vaquita marina y evitar su tráfico.

Un tesoro. La totoaba y la vaquita marina son especies endémicas protegidas en grave peligro de extinción. Esta última es considerada la más amenazada de los 128 de cetáceos que hay en el mundo, y se calcula que hay menos de 100 ejemplares.

La totoaba está en veda permanente y quienes la capturan usan redes que también matan a la vaquita marina y a tiburones, tortugas y delfines, pero es perseguida porque el kilo de buche tiene un valor aproximado de 5 mil dólares en el mercado negro, principalmente en China, donde se le considera un producto afrodisiaco.

Por este motivo, a partir de marzo de 2016 se incrementó la vigilancia nocturna con dos embarcaciones menores y recorridos terrestres que se suman a las 13 embarcaciones diurnas, un buque con helicóptero, un avión y cinco vehículos terrestres.

El 28 de julio de 2016 se agregó la operación del sistema aéreo no tripulado Arcturus T-20, que incluye tres aviones no tripulados con cámaras de alta resolución para sobrevolar el mar y detectar la pesca ilegal.

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