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Durante la Semana Santa se realizan representaciones de la Pasión de Cristo, cada una con características que varían de acuerdo con el lugar donde se desarrolla.
José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión en el Arzobispado de México, explicó que en algunos lugares donde hubo misioneros, el Viacrucis se hizo en forma “plástica”, de tal manera que surgió el teatro evangelizador que representa la Pasión de Cristo con mayor detalle, como en Iztapalapa.
La representación de Iztapalapa data del siglo XIX, cuando, durante una epidemia de cólera un grupo de niños y jóvenes sanos acudieron al Santuario del Señor de la Cuevita para efectuar una misa y solicitar a Cristo que finalizara la epidemia.
Con la súplica elevaron también la promesa de que si se veían bendecidos, para dar gracias representarían anualmente la Pasión de Cristo. Desde entonces se realiza este evento. Para participar es necesario ser católico y pertenecer a alguno de los ocho barrios de esa delegación.
La Asunción, San Ignacio, Santa Bárbara, San Lucas, San Pablo, San Miguel, San Pedro y San José, se organizan anualmente para esta representación. Quien representa a Cristo debe ser soltero y llevar una vida de acuerdo con los principios de la fe católica.
Otra representación destacada es la que se realiza en el Zócalo capitalino desde el año 2001, primero como parte de la Catedral de México y actualmente en forma independiente, bajo la dirección de Francisco Hernández Ramos, de la Compañía de Teatro Barroco Fénix Novohispano; participan en ella 40 actores y 40 personas tocando trompetas y tambores.
Al interior de la República destaca la representación de Taxco, Guerrero, donde hombres que se admiten como “pecadores” para liberar sus culpas visten capas y túnicas de color negro, cargan una serie de 144 varas espinosas y se someten a castigos, mientras desfilan por las calles empedraras hasta llegar a la iglesia de Santa Prisca.
En San Luis Potosí se realiza la Procesión del Silencio, que tiene lugar el viernes santo, cuando hombres encapuchados desfilan para expresar su duelo por la muerte de Jesucristo. Con un total de 28 cofradías pertenecientes a distintas organizaciones, este desfile se ha convertido en toda una tradición.
En Querétaro también se realiza una procesión con hombres encapuchados. Su recorrido inicia en el Templo de la Cruz, donde hay un árbol que produce espinas en forma de cruz. Los participantes son acompañados por la población a dar un recorrido por los templos principales de San Agustín, San Francisco y Santa Rosa.