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Tras vivir 18 años en Long- mont, Colorado, Estados Unidos, donde emigró con su madre y hermano en busca de mejores oportunidades, el mexicano Kevin Bueno González regresó a la tierra que lo vio nacer para realizar sus estudios universitarios.
Con su llegada a Nuevo León, en enero pasado, el joven de 22 años se convirtió en el primer dreamer becado por la Universidad de Monterrey que, en conjunto con la asociación civil Dream in México, le dio una beca para estudiar la licenciatura en Creación e Innovación de empresas.
Kevin pertenece al programa de becas Reconocer, que esa escuela creó a fines de 2016 para apoyar al talento migrante tras la unción del presidente Donald Trump.
Los requisitos para acceder a este plan son haber nacido en México, demostrar una residencia de al menos cinco años en EU y que su situación económica no les permita solventar los gastos de estudio.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el originario de Chihuahua cuenta que regresó porque “no tenía nada seguro en Estados Unidos, cada paso que daba era algo incierto, entonces me llamó la atención regresar a mi país donde todo lo que hiciera iba ser para mi futuro”.
Hace cinco años tuvo la intención de volver; sin embargo, la creación de DACA lo detuvo por considerarlo una buena opción y aunque en mayo podría renovar el permiso, decidió aceptar la beca completa y residencia que le ofrecían para así convertirse en uno de los dreamers que regresan para incorporarse al sistema educativo de nuestro país.
“En EU trabajaba para pagarme dónde vivir, mi carro, al final no estaba estudiando porque me salía muy caro y el tiempo no me lo permitía por el empleo”.
Kevin extraña a su familia y amigos, aunque recuerda a quienes le cuestionaron su regreso, puesto que “la perspectiva sobre México es muy mala, tenemos muchas ideas por la violencia, la economía, en ese momento estaba lo del gasolinazo”.
Para costear sus estudios y ayudar a su familia trabajó desde los 14 años, en un call center donde atendía a clientes en inglés y español. Apasionado de la música, creó su propio grupo con el que se presentaba en eventos los fines de semana, actividad que echa de menos.
Para Kevin su estancia en México es incierta, por lo que no descarta regresar a Estados Unidos o ir a otro país con oportunidades para desarrollarse profesionalmente.
A quienes se encuentran en la misma situación que él, les pide no temer y regresar a México: “Si sienten que en EU les están cerrando las puertas, busquen en otros lados”. Al final es una opción para continuar con sus estudios.
