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México necesita una reconfiguración total en todos los niveles desde las familias, escuelas, empresas y el gobierno, por lo que se debe trazar una ruta a largo plazo a fin de establecer un proyecto definido que involucre a todos los actores de la sociedad, afirmó Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En una entrevista difundida por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), Miranda Guardiola destacó que ante los hechos que se vivieron durante el mes de enero como el descontento social que despertó el incremento de precio a los combustibles, así como el ataque en una escuela de Monterrey donde un estudiante disparó contra su maestra y compañeros se debe diseñar un plan estratégico que permita reorientar el rumbo del país, pues advirtió que “caminar sin estrategia, sin rumbo nos hace ir a pique, ir mal y todo lo negativo podría suceder porque no hay orientación”.
“Se necesita una reconfiguración total en todos los niveles desde las familias, las escuelas, empresas, el gobierno, la cultura. Una reconfiguración pareja, a todo nivel, no sólo del gobierno; en segundo lugar, para los diversos problemas, amenazas y dificultades, no podemos caminar sin una ruta, sin rumbo; debemos trazar de forma inteligente, profesional y sabia una ruta no a seis años sino a largo plazo que vaya configurando este país con un proyecto definido que implique a todos los actores sociales”, dijo.
Recordó que tras el aumento de precios de los combustibles los obispos de México pidieron al gobierno ser más “sensible” ante la realidad del país, la pobreza, los bajos salarios, así como el hartazgo que prevalece en la sociedad por la corrupción, impunidad e ilegalidad. “No se pueden tomar medidas sin esta visión más amplia de lo que está pasando, sin sentirla, sin ser sensibles y adecuarse a la realidad mexicana”.
“Nosotros expresamos al gobierno que fuera sensible a la realidad del país, a la pobreza, a los bajos salarios, a que no solamente, como lo dijimos en su momento, se tomaran medidas desde oficinas, pero no desde la realidad cruda que vive la gente. También el hartazgo que la sociedad ha venido sintiendo por la corrupción rampante, la impunidad e ilegalidad. No se pueden tomar medidas sin esta visión más amplia de lo que está pasando, sin sentirla, sin ser sensibles y adecuarse a la realidad mexicana”, dijo.
Aseguró que la Iglesia Católica mantiene un “diálogo muy bueno” con la presidencia de la República mediante el cual se reúnen para comentar las realidades que se viven en el país “y ellos están muy atentos a lo que la Iglesia dice sobre el sentir nacional y a lo que vive nuestro pueblo”.
Miranda Guardiola comentó que en la reunión que sostuvo la cúpula episcopal y el presidente Enrique Peña Nieto, se abordó el sentir de la población respecto al incremento de los precios de los combustibles y el titular del ejecutivo les explicó el porqué del aumento. “Nosotros, los obispos de México, a una sola voz le dijimos sobre la sensibilidad y no alejarse del pueblo, del “sentir con”, “caminar con”, acompañarlo, apoyarlo”.
Consideró que el gobierno está observando la reacción del pueblo frente a este tipo de medidas y la manera cómo debe ser más prudente y creativo al establecer medidas “por todo esto, al parecer, lo está posponiendo, no eliminando. Han llovido, literalmente, una gran cantidad de propuestas de todos los sectores para paliar, mejorar, recibir ingresos para mejorar la economía de la gente y del país”.
El secretario general de la CEM expresó que la Iglesia católica está presente en múltiples formas como son los talleres de construcción de la paz, la justicia social, el apoyo a las personas desparecidas, el acompañamiento a migrantes, así como talleres de educación a los padres de familia.