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Obispos de México y Estados Unidos acordaron fortalecer acciones bilaterales en defensa de la vida y derechos fundamentales de quienes cruzan la frontera, más allá de su situación legal, ante la difícil y alarmante situación migratoria que prevén que se agudice por las políticas implementadas por el gobierno de Donald Trump.

Los 19 líderes de la Iglesia católica pidieron que los migrantes sean respetados por el derecho internacional y por cada país, dado que muchas veces “se encuentran entre la espada y la pared ante la violencia, la criminalidad, las políticas inhumanas de gobiernos y la indiferencia del mundo”.

Afirmaron que la migración es un fenómeno global de causas económicas y sociales.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), adelantó que en el encuentro que concluirá hoy se trabajará en reforzar la coordinación entre las diócesis fronterizas de ambos países para la atención de migrantes, a través de albergues, casas de migrantes, comedores y parroquias, en donde serán recibidos para dar ayuda humanitaria y, en su caso, legal.

En la reunión que se realiza en San Juan del Valle en la diócesis de Brownsville, Texas, los obispos de ambos países acordaron mantener su presencia en campos de detenciones, casas y centros de asistencia a migrantes desde la frontera sur de México hasta todo Estados Unidos; asimismo, continuarán brindando atención legal, familiar, material y espiritual a personas en tránsito hacia el país del norte.

Miranda Guardiola comentó que como parte de la estrategia para la protección a migrantes los obispos mexicanos buscan tener una mayor cercanía con sus homólogos de la Unión Americana para acompañar y defender a ese sector de la población.

Aseguró que “los migrantes, como toda persona, poseen una dignidad humana intrínseca que debe ser respetada” en todo momento.

Durante el segundo día de trabajos, los 10 obispos estadounidenses, los nueve mexicanos y el nuncio apostólico de Estados Unidos, Christophe Pierre, visitaron el albergue de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en Brownsville, y el Centro de Detención de migrantes indocumentados de McAllen, y oficiaron una misa en la Basílica de Nuestra Señora de San Juan del Valle, la cual fue presidida por el ex nuncio de México Pierre.

Al término de la misa, los obispos de ambos países emitieron un pronunciamiento en el que reiteraron el compromiso de la Iglesia católica en el acompañamiento y cuidado de los migrantes, puesto que reconocen el derecho de todo pueblo a condiciones dignas para la vida humana y, de no encontrarlas, emigrar a otros territorios.

“Nos comprometemos, como obispos representantes de ambas conferencias episcopales, a dar acompañamiento y seguimiento a las situaciones que sufren nuestros hermanos migrantes en estos momentos”.

El obispo de Matamoros, Tamaulipas, Eugenio Lira Rugarcía, resaltó que en el encuentro se insistió sobre el fortalecimiento de la relación bilateral entre obispos de EU y México para trabajar con más profundidad en la defensa de la vida y derechos fundamentales de quienes cruzan la frontera, más allá de su situación migratoria.

Destacó que si bien desde los años 80 se ha trabajado en ese sentido, ante la situación actual derivada de la política del gobierno de Trump se reforzarán acciones de apoyo a migrantes, por lo que en el encuentro se analizan las órdenes de ese mandatario sobre el tema, paralelamente al diálogo de obispos con autoridades de Texas.

Raúl Vera, obispo de la diócesis de Saltillo, comentó que durante la reunión los prelados de ambas naciones han expresado su preocupación por los migrantes mexicanos y centroamericanos, por lo que darán un “seguimiento muy cercano” a las políticas migratorias de Trump mediante la atención tanto de la población latinoamericana que reside en ese país como de quienes buscan llegar a la Unión Americana a través de la frontera mexicana.

“Estamos preocupados no sólo por los migrantes mexicanos, sino también por los centroamericanos. Daremos un seguimiento cercano a la situación, estamos en una postura de acompañamiento permanente y no sólo durante esta reunión. Estamos muy indignados por el trato a migrantes en los centros de detención”, expresó.

El purpurado pidió atender las causas de la migración, que se debe al modelo económico “que ha generado un deterioro económico y social”.

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