La Secretaría de Educación de Yucatán deberá garantizar el acceso a la educación a un menor diagnosticado con Déficit de Atención e Hiperactividad y evitar que sea víctima de discriminación por su padecimiento.
Así lo ordenó el Juez Primero de Distrito del estado de Yucatán, René Rubio Escobar, quien otorgó un amparo al menor de 10 años al considerarlo perteneciente a un grupo vulnerable que fue dado de baja de la escuela a la que asistía por no habérsele dado un manejo acorde a su condición.
En su sentencia, el juez Rubio ordenó a la Secretaría de Educación que elabore un diagnóstico de la situación escolar del menor y proponer un plan de trabajo educativo para lograr su inclusión a la escuela a la que pertenece en el que se deberán establecer las acciones que deberá realizar la directora de la escuela y los manestros.
También, indicó que se contemple la intervención de un psicólogo especializado y vigilar la ejecución del plan de trabajo y su desarrollo.
El amparo fue promovido por la madre del menor y argumentó que dio de baja de la escuela a su hijo porque había un rechazo generalizado por parte de sus compañeros, padres de familia y maestros porque no comprendieron ni atendieron adecuadamente el padecimiento que tiene.
El juez consideró que esta medida fue injustificada porque la escuela no realizó las adecuaciones necesarias para atender al menor y lograr su inclusión antes de proponer a la madre que lo inscribiera en otra escuela.
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