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Fue costurera durante 30 años, tiene una hija y la nieta que esta mañana la acompaña al Monte de Piedad. Doña María Luisa prefiere no revelar a qué ha entrado, a qué ha venido, después dice que a veces no le alcanza para completar la renta y es cuando empeña aretes, cadenas y anillos que fue adquiriendo con su trabajo.
“Fue con el empeño de las prendas, de mis alhajas, como logré pagar varias veces las colegiaturas de mi hija, y ahora debo continuar empeñando porque a veces no alcanza para la renta o no tengo para comer y regreso a empeñar. Hoy vine a la casa de empeño con mi nieta para ver cuánto es lo que debo, y estoy viendo que si no me alcanza para lo que debo, lo refrendo por seis meses más. Eso dependerá de lo que me diga mi hija ahora que la vea. A ver si me presta un dinero para que logre sacar mis alhajas, y si no me presta, las voy a refrendar de nuevo.