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Especialistas de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coincidieron en que es necesario que el país impulse la construcción nuevas plantas de refinería que sean más pequeñas para generar combustibles más baratos y evitar el desabasto.
Durante la conferencia El gasolinazo y las reformas estructurales que se llevó a cabo en la Facultad de Economía, Fabio Barbosa, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, junto con Alejandro Álvarez y María de la Luz Arriaga, catedráticos de la Facultad de Economía, urgieron a disminuir el consumo de hidrocarburos, y enfocarse en la producción de nuevas fuentes de energía, para poder depender cada vez menor del modelo fósil.
Para mejorar la oferta de combustibles en el país, propusieron rehabilitar las seis refinerías existentes, a fin de aumentar la producción y el abasto nacional de hidrocarburos.
“Sólo esta medida permitiría incrementar el abasto en un volumen equivalente a una nueva refinería de 250 mil barriles diarios”, afirmó Barbosa.
Los especialistas señalaron la necesidad de construir nuevas “plantas de refinación pequeñas” y abandonar los proyectos “faraónicos” y, en un programa de emergencia, intentar incluir a pequeñas industrias.
“La generación de combustibles sólo es positiva cuando se permite participar en el abasto y proveeduría a pequeñas y medianas empresas”.
Alertaron sobre la “extrema vulnerabilidad” de nuestra economía y la dependencia frente a la estadounidense.
Consideraron que el “desmantelamiento” de la industria petrolera y la no inversión en refinerías, llevando al uso de su capacidad instalada a sólo un 40%, han sido políticas intencionales para entregar el petróleo nacional a las empresas transnacionales.
Finalmente, Álvarez comentó que el aumento al precio de las gasolinas de hasta 24 por ciento a partir del primero de enero, es una muestra contundente del fracaso de las reformas energética y hacendaria. Asimismo, destacó la contradicción flagrante del discurso oficial. “Todo esto explica la protesta social por todos los rincones del país”, dijo Fabio Barboza.
Alejandro Álvarez consideró que el incremento de los precios de las gasolinas beneficia a grandes grupos monopólicos privados nacionales y extranjeros; recordó la promesa del gobierno federal de que a partir de la aprobación de la reforma energética, el gobierno argumentó que ya no habría más aumentos en la gasolina.
“Y si estimamos que un tercio del precio de la gasolina va al impuesto especial a producción de servicios y al IVA, eso significa que con la liberalización en realidad el gobierno recaudará en impuestos alrededor de 300 mil millones de pesos, y poco más que eso se van a echar a la bolsa los grandes grupos privados que, además, no pagan impuestos”, resaltó.
Por esta razón, prosiguió el especialista, la reforma es un fracaso y “la crisis financiera ya asoma de nuevo la cabeza sobre las finanzas públicas y privadas de los grandes corporativos. Eso es lo que está determinando el adelanto en la liberalización del precio de la gasolina”.