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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
México ocupa el lugar número 13 entre 69 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en donde el consumo de drogas y alcohol afecta en alguna medida el proceso de aprendizaje de los estudiantes de 15 años, reportaron los directores de las escuelas evaluadas.
En la encuesta de contexto, al dar a conocer los resultados de la prueba que midió el desempeño en ciencias, matemáticas y español, los directores de las escuelas participantes en el examen PISA, aseguran que 17% de los alumnos se ven afectados por un entorno de consumo de alcohol y drogas.
El promedio internacional es de 11%, lo que significa que los jóvenes mexicanos están 7% por arriba de esa media de naciones.
México se encuentra en el lugar 13 por abajo de países evaluados como China, Costa Rica, Canadá, Trinidad y Tobago, Francia, Países Bajos, Chile, Rusia, Brasil, Croacia, Estados Unidos y la provincia china de Macao, y se encuentra por encima de Túnez, Colombia, Bulgaria, Irlanda, Suiza y de Corea.
El reporte de contexto “Políticas y prácticas para escuelas exitosas” reconoce que, según la percepción de los directores, son 10 los factores que más afectan el rendimiento de los estudiantes, entre ellos están el by las faltas a clases de los alumnos, la resistencia de los trabajadores y docentes para enfrentar cambios o mejoras, que los profesores son estrictos o que no atienden sus necesidades.
También aparece el consumo de alcohol y drogas ilegales, además del acoso escolar o la intimidación entre los mismos jóvenes.
Para conocer el grado en el cual el comportamiento de los estudiantes afecta el proceso de aprendizaje, los directores de los planteles de 69 países que participaron en la prueba PISA fueron encuestados y se les pidió que utilizaran una escala que iba de “nada” a “mucho” para calificar el grado en que el aprendizaje de sus alumnos se veía afectado por los 10 factores.
“Las respuestas de los profesores reflejan la frecuencia con que ocurren estos fenómenos en sus escuelas y, cuando ocurren, el grado de afectación que tienen”, señala la OCDE.
Los directores mexicanos reportaron que 17% de sus alumnos se ven afectados por el consumo de drogas ilícita o alcohol, y que 16% intimidan o acosan a sus compañeros, siete puntos por arriba de la media.
Según lo reportado por los directores de las escuelas, México se encuentra en la escala número 22 de países donde el bullying es más frecuente. Se encuentra por encima de Suiza, Uruguay, Estados Unidos, Chile y Canadá, y es superado por Trinidad y Tobago, China, Países Bajos, Malta y Túnez, que ocupan los primeros lugares en acoso escolar. Los países evaluados donde se encontraron menos incidencias fueron Israel, Luxemburgo, Polonia, Indonesia y Eslovenia.
Los problemas que más afectan a nuestro país son, por orden: ausentismo escolar, saltarse clases, maestros demasiado estrictos, profesores que se resisten a cambios, consumo de alcohol o drogas, acoso escolar, faltismo entre los profesores y maestros que no están bien preparados.
El reporte encuentra grandes diferencias entre los países y economías que participaron en PISA 2015: en Argelia, Croacia, Rusia y Túnez el ausentismo escolar es un gran problema; en China, Jordania, Trinidad y Tobago, la principal afectación al proceso de aprendizaje es el “comportamiento irrespetuoso” que tienen los estudiantes hacia sus maestros; mientras que en China y Rusia, más de 15% de los alumnos estudian en escuelas donde el consumo de drogas y alcohol es un problema, según los directores.
Para ellos, los mayores retos de sus escuelas son el ausentismo escolar, con 48% de los casos, y el hecho de que 36% de sus estudiantes de 15 años se “saltan” las clases de forma constante.
El estudio reporta que faltar a la escuela o saltarse clases tiene un impacto no sólo en el faltista, sino en el entorno que lo rodea, puesto que los jóvenes que “se van de pinta” constantemente necesitan atención extra por parte de sus maestros, lo que puede afectar el ritmo de la clase y más para otros estudiantes a quienes sus compañeros les piden apoyo para ponerse al día.
Este comportamiento tiene otros efectos negativos en las aulas que afecta a la comunidad, no sólo al individuo, por ejemplo, puede generar resentimiento entre los jóvenes que no faltan y crear en otros compañeros la idea falsa de que ausentarse de la escuela no tiene consecuencias y es fácil hacerlo. “Los faltistas tienen más posibilidades de desertar de la escuela.