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Con capacidad para albergar a más de 600 personas, con dormitorio, la Casa del Peregrino de San Lorenzo está lista para recibir a fieles que arriban para los festejos del 485 aniversario de la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Ubicada sobre la Calzada de los Misterios, la Casa del Peregrino reportó que ayer se había ocupado todo el espacio disponible para quienes llegan a descansar, asearse y tomar sus alimentos. Arriban familias enteras integradas por niños menores de cinco años y hasta la abuelita que les enseña canciones como La Guadalupana, para honrar a la Morenita del Tepeyac.
La estancia máxima permitida en este refugio es de dos días, no se puede apartar lugar ni introducir bebidas alcohólicas y los fieles deberán pagar una cuota de recuperación de cinco pesos por persona cada día.
Personal de la Casa del Peregrino comentó que en la entrada del albergue revisan que las personas cuenten con un brazalete rojo, que es adquirido en la Basílica; luego verifican que no porten armas o bebidas embriagantes.
“Hay muchas familias, les revisamos sus mochilas para evitar que metan alcohol y molesten a los peregrinos”, dijo uno de los guardias.
Este albergue de la delegación Gustavo A. Madero ha dado cobijo, desde el año 2000, a los 22 millones de fieles que acuden al recinto Mariano; antes de convertirse en un refugio para los feligreses de la Virgen Morena, era una bodega del Sistema de Transporte Colectivo Metro, más tarde fue un módulo de autobuses y en algún momento albergó oficinas de la Policía Federal. Desde hace 16 años el predio de 22 mil metros cuadrados fue acondicionado para hospedar a los fieles católicos.
María Juana Sánchez, de San Felipe del Progreso, Estado de México, es una de los 600 peregrinos que se encuentran en el albergue, arribó con su familia desde las cinco de la madrugada de ayer y partirá al mediodía de hoy. Dormirán en el suelo, pero dice: “Está bien, porque al venir es un peregrinar, no venimos para estar cómodos; si nos acostamos en el suelo es parte de la peregrinación, ahí nos quedamos, adentro de esta casa no hay tanto peligro”.