Réplica

Señor director:

Me permito dirigirme a usted para hacer algunas precisiones respecto de la columna titulada La impostura de Ramírez Marín, escrita por el señor Roberto Rock y publicada el pasado 25 de noviembre.

En relación a lo que escribe el señor Rock de que mi “paso por la Sedatu coincidió con un aumento en mi patrimonio personal”, debo aclarar que todos los bienes que menciona fueron adquiridos antes de mi llegada a la Sedatu, en un lapso de más de 15 años, y aparecen en mis declaraciones patrimoniales. Debo resaltar que dos de las propiedades mencionadas fueron adquiridas a crédito, y uno sigue vigente. Los adjetivos “exclusivo” y “lujo” son una apreciación subjetiva del columnista.

Insisto, todas mis propiedades se encuentran debidamente reportadas en mis declaraciones patrimoniales, que consistentemente en cada uno de mis encargos he presentado, y que actualizaré en el mes de abril como lo marca la Ley.

Respecto a la afirmación de que tengo nexos con “una red de intereses a los que se liga con expedientes cada vez más explosivos…” y “que funcionarios de la dependencia y despachos de abogados privados conectados conmigo se dedicaban —y se dedican aún ahora— a la extorsión sobre propietarios de terrenos agrícolas, urbanos y turísticos, especialmente en la península de Yucatán”, preciso lo siguiente.

1. No trabajo con ningún despacho de abogados

2. He presentado denuncias formales contra personas que han pretendido utilizar mi nombre

3. No estoy conectado con ningún expediente explosivo por una sencilla razón: nunca he manejado alguno, de ahí que no puedo comprender que un expediente de esas características pueda afectarme.

4. No le he concedido, ni le he quitado terrenos a nadie.

5. No tengo relación alguna con negocios correspondientes a tierras.

6. Nunca se ha presentado en mí contra alguna queja por las razones que se aducen en el texto, por el contrario, combatí el tráfico de terrenos en Quintana Roo y denuncias de la PGR lo confirman.

Reconozco que mantengo relación directa con todos los personajes políticos que menciona el periodista, ninguno de ellos ha expresado y/o presentado denuncias en mi contra.

En relación a mi salida de la Sedatu lo que puedo afirmar, sin necesidad de testigos, es que salí para ser el número uno de la lista de mi Circunscripción, y como los hechos lo demuestran, para hacer un trabajo destacado en la presente Legislatura.

Mis objetivos son bastante conocidos y mientras persista en ellos, la sombra que me persigue seguirá, con obsesión como lo ha hecho siempre, difundiendo y filtrando supuestos y abusando de personas de buena fe como creo es el caso.

Respecto de la aseveración de que “vivo el mejor momento de mi carrera política”, debo agradecer y reconocer la agudeza del señor Roberto Rock.

Le envío la presente con el ánimo de puntualizar la información y dejo a su consideración la publicación de la misma.

Atentamente: Jorge Carlos Ramírez MarínVicecoordinador del PRI en San Lázaro

Respuesta del columnista:

La columna se basa en varios testimonios cotejados por el suscrito.

Respeto el derecho del señor Ramírez Marín de presentar una réplica con su versión, que no coincide con hechos concretos como la remoción de cercanos colaboradores por imputaciones claras, o con la suerte de las casas entregadas a damnificados en Guerrero y que ya son inhabitables.

Los datos de los que dispongo sobre sus propiedades, sujetas a permanente remodelación, no coinciden con los que él expresa para documentar un patrimonio remoto. Le apreciaría en todo caso al diputado Ramírez Marín difundir públicamente una versión actualizada de esa declaración patrimonial.

Tengo para mí que la evolución de estos temas seguirá arrojando luz en este caso concreto. Agradezco cumplidamente este espacio.

Atentamente: Roberto Rock

COMPROMISO CON LA PRECISIÓN

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