Es necesario que la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) redoble esfuerzos y continúe con las medidas que impidan prácticas monopólicas en la industria farmacéutica, que afectan considerablemente las finanzas de las instituciones del sector salud y a la economía de una parte importante de la población, dijo el senador Miguel Romo Medina (PRI).
Al presentar un punto de acuerdo por medio del cual se exhorta a la Cofece a informar al Senado de la República sobre el avance en las investigaciones ligadas a posibles prácticas monopólicas por parte de algunas empresas del ramo farmacéutico, que en los últimos años han derivado en una tendencia al alza en el precio de los medicamentos, reiteró el compromiso de los senadores priístas en favor de la salud de los mexicanos.
El senador por Aguascalientes expresó que este tipo de conductas desleales en la industria de los fármacos no son nuevas, ya que en diversas ocasiones las autoridades han establecido sanciones a las empresas que, utilizando diversos recursos legales o no, se han coludido para aumentar los precios de los medicamentos en el mercado nacional.
En el año 2010, añadió, la entonces Comisión Federal de Competencia (Cofeco) multó con 151 millones de pesos, la sanción más alta en la historia, a las empresas Eli Lilly, Probiomed y Laboratorios Pisa, por coordinarse de manera indebida para ganar licitaciones en la compra de medicamentos del sector salud.
Las penas que se han impuesto a diversos laboratorios buscan evitar la competencia desleal o la simulación para obligar a los consumidores a pagar precios exagerados para obtener ganancias ilícitas, estas acciones buscan dos cosas: una mayor concurrencia y que con esto se genere más presión competitiva entre los que quieran participar en los concursos, manifestó el senador Romo Medina.
La conducta anticompetitiva por parte de empresas farmacéuticas, resaltó, tiene sus primeros antecedentes en el año 2000, derivadas de licitaciones públicas para la adquisición de material radiográfico, cuando la entonces Cofeco empezó a formular distintas recomendaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, para proteger los procesos de competencia entre los distintos promotores de medicamentos.
El legislador Miguel Romo externó que el aumento de precios de medicinas en el mercado es una prueba de que siguen beneficiándose las empresas, dejando a las instituciones públicas y a los ciudadanos a la merced de desembolsar más dinero de lo que realmente cuesta su producto.
Lo que provocan estas empresas, concluyó, son precios mayores a los que prevalecerían en una situación de competencia, llegando a ser muy similares a los costos que impondrían los monopolios, disminuyendo de esta manera la cantidad de bienes o servicios producidos por los altos precios, afectando de esta manera el crecimiento de la economía nacional.