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En México la tercera parte de la niñez padece sobrepeso u obesidad, revelan cifras aportadas por la Secretaría de Salud; estas afecciones están asociadas a la diabetes, enfermedad que tiene un alto índice en la tasa de mortalidad, provoca incapacidades y amenaza con colapsar las finanzas del sector.
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, Patricio Caso, director de vinculación del Instituto Mexicano del Seguro Social dijo a EL UNIVERSAL que existen dos tipos de diabetes: la tipo 1, que es congénita, se presenta en niños y no tiene relación con la obesidad y el sobrepeso, y aseguró que la tipo 2, tiene como causal esas afecciones, no se presenta en menores de edad. “No es imposible, pero es muy raro, ni siquiera tenemos una cifra abierta sobre el tema”.
En contraste, Gabriela Allard Taboada, presidenta de la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD) lamentó que en el país no exista un diagnóstico de cuántos niños viven con esa enfermedad; calculó que de los más de 14 millones de personas que la padecen, 10% del gran total se presenta en menores de edad, es decir, un millón.
“En México no hay cifras de nada, no hay diagnóstico de niños obesos y que tengan diabetes tipo 2, seguro esos niños con obesidad tienen resistencia a la insulina, pero no sabemos en dónde están, por eso es necesario hacer un diagnóstico, pero estimo que por lo menos un millón de menores viven con un tipo de diabetes”, dijo.
La especialista resaltó que en la Asociación Mexicana de Diabetes se apoya en mayor medida a niños y jóvenes con diabetes tipo 1, pero que han registrado casos de niños con tipo 2, en la que los factores de riesgo son el sobrepeso y la obesidad.
Respecto a estos males, Allard Taboada aseguró que se trata de un descuido social muy grave y que sino se cuida el futuro de la sociedad, en unos años la productividad nacional se verá afectada.
“Cuánta gente vive con estos padecimientos crónicos, que generan cansancio, inestabilidad, los pacientes son menos productivos y le cuestan a la seguridad social, a la empresa, a la familia, hay complicaciones como la ceguera, amputaciones, y todo porque no modifican sus malos hábitos”, indicó.
La Asociación Mexicana de Diabetes realiza cada año el campamento Tonalli, y su objetivo es que los niños que padecen algún tipo de diabetes trabajen en su independencia, en cuáles son los factores de corrección, para saber cuánto es lo que comen con relación a la insulina que deben inyectarse y para que sepan que pueden vivir saludables con diabetes. Este campamento tiene un costo de 9 mil pesos, pero hay jóvenes que son apoyados con una beca.
Los niños que llegan al campamento Tonalli comprenden más sobre su enfermedad, se les enseña qué comer, cómo, cuándo y cuánto ingerir. Desde que asisten saben que entre sus responsabilidades están la práctica de deporte, llevar una alimentación balanceada y no consumir azúcar.
Jóvenes que han participado en el campamento afirman que es como una familia. En su experiencia, el hecho de tener diabetes los aisla, porque todavía hay muchas personas que creen que es una enfermedad de “viejitos”. Cuando los pacientes ven a otros niños en las mismas condiciones se sienten identificados y felices de formar parte de un grupo en el que aprenden cosas nuevas.
El secretario de Salud, José Narro Robles, advirtió que sí hay una disminución en la edad en la que se presenta esta enfermedad crónico degenerativa y resaltó que aún cuando puede ser un carácter genético, los malos hábitos sí tienen incidencia en el diagnóstico.