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La comunidad LGBTTTI necesita sus derechos, por lo que corresponde a los legisladores y a la ciudadanía el establecimiento de “formas jurídicas” que amparen las garantías de este sector de la población y de sus formas de vida, afirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Tras ser desechada la iniciativa presidencial de matrimonio igualitario por la Cámara de Diputados, el secretario general de la CEM, Alfonso Miranda Guardiola, resaltó el desarrollo que tuvo la discusión del tema en San Lázaro y que la Iglesia católica ha respetado los marcos legales que desde 2005 protegen las uniones entre personas del mismo sexo.
“Somos conscientes de que todos los mexicanos necesitamos leyes que amparen nuestros derechos a vivir en este país de una manera segura, feliz, aquí nadie está fuera. La comunidad LGBTTTI necesita sus derechos, la Iglesia respeta los marcos legales de tal manera que en múltiples ocasiones hemos dicho que necesitamos como sociedad llegar al establecimiento de leyes que aseguren sus garantías, en sus formas de vida.
“Están, desde 2005, diferentes figuras jurídicas que amparan sus derechos, eso lo sabemos, y se ha reiterado muchas veces que respetamos esos marcos y figuras, y como mexicanos y legisladores existe el trabajo que a cada quien compete de establecer estas figuras jurídicas que los amparen. Está de más reiterar nuestra posición, que está en nuestros comunicados”, dijo.
En conferencia de prensa, Miranda Guardiola comentó que el Episcopado Mexicano se une a la actitud del papa Francisco y del nuncio apostólico Franco Coppola, de “apertura y misericordia. Dejar en claro el respeto como Iglesia, nos toca acoger a todas las personas sin importar distingos, clases o tendencias. La función de la Iglesia es acompañar, acoger. La ciudadanía tienen su propio campo de acción, a ellos les toca construir estas figuras para que todos tengan amparo”, subrayó.
El presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, comentó que ante los cambios “muy graves y muy radicales en la cultura de nuestra época en el marco de la globalización, la Iglesia católica debe ajustar sus prácticas, presentar su mensaje, acercarlo a los más lejanos; por lo que con el Proyecto Global de Pastoral, de alcances a 2031, los obispos de México pretenden hacer más efectivo su mensaje y trabajo.
“Tenemos que ajustar nuestros modos a esos cambios tan radicales y pronunciados que tiene el mundo de hoy, y al mismo tiempo nuestro proyecto quiere asumir las realidades que estamos viviendo como país, y estamos conscientes de que México pasa por situaciones especialmente difíciles en el tema económico, de violencia, de seguridad, en el tema de la impunidad, aplicación de justicia, en el tema de los migrantes. Toda esa realidad que tenemos en nuestro país la tenemos que tomar en cuenta para nuestro servicio específico como pastores”, subrayó.
Robles Ortega destacó que con motivo del primer centenario de la Constitución mexicana, los obispos del país están convencidos que a través del diálogo se pueden superar las diferencias que han marcado la historia y los conflictos actuales. “No se puede gobernar sin escuchar a los ciudadanos. Junto con la sociedad queremos repensar y construir una historia más reconciliada y reconciliadora. Estamos dispuestos a escuchar las distintas voces de la sociedad mexicana, con humildad y apertura, y deseamos que este diálogo sea permanente, propositivo y respetuoso”, subrayó.
Violencia, “preocupante”. El secretario general de la CEM expresó la preocupación de la Iglesia por la seguridad no sólo de los sacerdotes, sino de la población en general, por lo que están buscando las formas de que estén más seguros, pero al mismo tiempo realizan talleres en las escuelas y parroquias, además de que se brinda atención a las víctimas a fin de abonar a la construcción de la paz.
“Estamos muy preocupados como Iglesia, no sólo por los sacerdotes y su seguridad , sino por todos los ciudadanos de este país. Es cierto que estamos viendo formas de que los sacerdotes puedan estar más seguros en sus lugares, estamos apoyando el trabajo del rescate, de reconocimiento de víctimas de desaparecidos, hay un trabajo muy fuerte de la Iglesia a nivel nacional, tanto con sacerdotes como con todo el pueblo, el trabajo debe ser con todos los ciudadanos e intentando lograr un clima de protección y seguridad con todos los mexicanos”, apuntó.
El presidente de la CEM destacó que como parte de su Plan Global se está tomando en cuenta el narcotráfico y el crimen organizado, “realidades dolorosas de nuestro país”, por lo que la Iglesia católica se ha dado a la tarea de predicar el respeto a la vida, además de que se brinda atención a las víctimas.