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Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, denunció que la Iglesia y las asociaciones de padres de familia han sufrido “un verdadero linchamiento mediático” por sus opiniones sobre la iniciativa presidencial de matrimonio igualitario; acusó que instituciones como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred) se han convertido en “una especie de Gestapo” al censurar toda idea contraria que disienta de la cultura gay.
En una entrevista hecha por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) el presbítero aseguró que no ha habido discriminación de la Iglesia Católica hacia la comunidad LGBTTTI puesto que no se les ha demostrado “ni un solo acto de odio”, mientras que los padres de familia y los ministros de culto han sido calificados como “inquisidores, retrógradas, fanáticos, mochos, hipócritas, trogloditas, pederastas, oscurantistas, irracionales”.
“Así pues, ¿Quiénes son los que odian? ¿Quiénes son los intolerantes? ¿No estamos en México ante una escandalosa discriminación por ideas y principios religiosos? ¿Dónde está la actuación de la CONAPRED y la COPRED?, ¿por qué no intervienen estas instancias? ¿Por qué la ONU no condena esta ola de intolerancia religiosa?”, se cuestionó.
El también presidente del Consejo Editorial del semanario Desde la fe señaló que la ONU actúa de forma “escandalosamente irresponsable y perversa” al hacer víctimas a quienes son victimarios; destacó que una “instancia desacreditada” como este organismo internacional “no tiene ninguna autoridad moral para hacer este tipo de señalamientos”; acusó que la ONU “maneja una verdadera red de intereses económicos que ha hecho de la sexualidad humana su principal mercado, sin importar que con ello llegue a la cosificación y degradación moral de la persona”.
“Condenar las marchas de padres de familia que defienden pacíficamente el matrimonio natural y sus valores, es una estrategia diabólica por parte de la ONU para desacreditar a quienes tienen todo el derecho de expresarse libremente conforme a sus principios morales y religiosos”, destacó. Al hacer esta condena, la ONU se desenmascara, muestra su verdadera cara, es la gran promotora de la dictadura gay y de la ideología de género; ha presionado a todas las naciones –sobre todo a las más pobres– para que legislen leyes inmorales que a la larga destruirán a las familias.
Era de esperarse que esta institución perversa saliera a condenar a los padres de familia porque, actualmente, junto con la Iglesia Católica, son su principal obstáculo para llevar a cabo sus planes. Por eso buscan secuestrar la patria potestad de los padres, y desprestigiar y calumniar a la Iglesia”.
Valdemar enfatizó que instituciones como el Conapred y el Copred no previenen la discriminación sino que implementan “la dictadura gay y la ideología de género” en el país debido a que “actúan como una nueva inquisición, una especie de Gestapo que vigila a las personas y censura toda idea que disienta de la cultura gay, la cual promueven sin recato bajo la bandera de la tolerancia”.
Sobre el requerimiento enviado por la Conapred a 15 obispos y al vocero de la Arquidiócesis de México, Valdemar Romero consideró esta acción como “una actitud intimidatoria” para quienes han ejercido su derecho a la libertad de expresión y de credo al oponerse a la iniciativa presidencial que reconocería las uniones entre personas del mismo sexo en todo el país.
“Ninguno de los acusados usó jamás un lenguaje de odio y discriminación; por ello, resulta escandaloso que tanto la CONAPRED se ponga a las órdenes de colectivos lésbico-gay para iniciar una verdadera persecución, muy soterrada, por supuesto, pero en el fondo su intención es inhibir la voz de los pastores.
Quieren prohibirnos que ejerzamos nuestro ministerio y que enseñemos nuestra doctrina; pero no lo conseguirán, porque con sus propias normas y leyes podemos revertir su inquisición como odio religioso, porque lo que están haciendo es una clara discriminación religiosa y una represión a la libertad de expresión”.
El sacerdote apuntó que la ONU “es un instrumento más del colonialismo americano, que ahora busca imponer la dictadura gay y la ideología de género”, por lo que dijo que no sorprende que la embajadora de Estados Unidos, Roberta Jacobson, sea una activista a favor de estas causas.
jram