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Yair Israel Piña López tuvo una influencia definitiva para buscar sus sueños y convertirse en el primer estudiante mexicano que participa en un programa de investigación de la NASA. Su mamá lo retó y lo alentó a perseguir su amor por la física.
El joven de 20 años, estudiante del quinto semestre de licenciatura en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrió desde su adolescencia su amor por la ciencia.
“Mi madre me dijo: ‘Demuéstrame que eres bueno para estudiar física y te lo permitiré’. Y así, a los 15 años mi mayor interés me lo despertó el Instituto de Ciencias Nucleares, cuando en segundo de prepa me aceptaron para hacer una estancia de investigación sobre los ciclos de combustible nuclear, con Julio Herrera”.
Para este joven, la ciencia se desarrolla a través de la curiosidad, que sólo se sacia con la observación y la explicación de lo que vemos. Orgulloso universitario, su sueño es poner el nombre de la UNAM en el espacio.
“Uno de los sueños y metas que me he propuesto para el siguiente año es poner el nombre de la Universidad en el espacio. Algo que me caracteriza es la pasión con la que hago las cosas, y el honor y orgullo de pertenecer a una institución como ésta. Amor y respeto al pueblo que me vio nacer: México, y honor y gloria al pueblo y escuela que me forjó: la UNAM”.
En junio de 2015 —cuando aún era estudiante de la Preparatoria 2 Erasmo Castellanos Quinto—, la Universidad lo escogió como uno de los cinco alumnos de bachillerato que ese año se hicieron acreedores a la presea Ingeniero Bernardo Quintana Arrioja 2014, por representar al país y ser un estudiante ejemplar.
En sus fotografías de Facebook posa junto con el ex rector José Narro, sonriente, al lado de su mamá, con su medalla; se siente orgulloso, admite, del logro obtenido con base en su esfuerzo pero Lito, como lo conocen sus parientes, no duda en agradecer a su familia, profesores y amigos el apoyo y cariño que le han dado.
En su perfil se hacen evidentes su amor por la familia, por la cultura y las tradiciones mexicanas, sobre todo la de Día de Muertos, de hecho, aparece en un video invitando a sus amigos a visitar Xochimilco y probar el tradicional mole para esta festividad, y en otro se ve cómo, con experiencia y escuchando música de banda, prepara la masa para hacer pan de muerto.
“Todo es energía. Hazte uno con la frecuencia de la realidad que quieres y no podrás evitar llegar a ella. No puede ser de otra forma. Esto no es filosofía: es Física”, señala en su último post del 12 de septiembre, después de recibir una carta de felicitación del rector Enrique Graue Wiechers.
El alumno de licenciatura diseñó un método para medir la radiación en los viajes espaciales, proyecto que lo convirtió en el investigador más joven de la NASA. El objetivo es encontrar una cura para el cáncer.