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alberto.morales@eluniversal.com.mx
Juchitán, Oax.—Desafió a sus dirigentes, no participó en las protestas y trabajó durante el largo paro que comenzó el 15 de mayo pasado. Con el inicio del ciclo escolar 2016-2017, el profesor Luis García de los Santos siente que es castigado. “No me asignaron ningún grupo de alumnos”, dijo.
Egresado de la Normal Urbana Federal del Istmo de Ciudad Ixtepec en 1986, García espera dentro de la primaria Benito Juárez, de Matías Romero, que la delegación sindical D-I-22 revise su situación “porque dicen que puse en riesgo el movimiento”.
Durante el paro magisterial el profesor Luis García laboró con sus alumnos del quinto grado, dentro del salón de fiestas La Ermita. Dijo que prefirió trabajar porque le gusta y porque no quería arriesgar su empleo con 28 años de antigüedad.
Por la mañana del martes, cuando terminó la reunión entre el director Jesús Espinosa y sus compañeros docentes, supo que no le asignarían ningún grupo, “hasta que se revise su situación”, a pesar de que los padres de familia pidieron que estuviera al frente de los alumnos.
Al profesor Luis le duele el trato que recibe de parte de la delegación sindical que preside Wilbert Santiago Valdivieso: “Lo único que hice fue trabajar. No cuestioné ni denosté al movimiento magisterial, solo cumplí con mi responsabilidad”.
“Los padres de familia quieren que yo esté al frente de algún grupo porque desde hace 23 años trabajo aquí, laboro hasta los sábados para reafirmar los conocimientos de mis alumnos”, narró preocupado.
“Hablé con mi familia, les expliqué que la parte sindical no puede interferir en las decisiones institucionales”, detalló Luis, quien es padre de dos jóvenes que cursan carreras profesionales y que además cubre los gastos de su madre y sobrinos.
Mis dos sobrinos, explicó, cursan la secundaria, pero mis dos hermanas son madres solteras y yo las ayudo en los gastos de estudios. Podría decir que soy el jefe de una gran familia, comentó con orgullo en medio de la preocupación que le embarga.