El Papa dedicó “un pensamiento especial” al pueblo mexicano e invitó a un grupo de sacerdotes presentes en la Plaza de San Pedro a cantar La Guadalupana.
Durante los saludos en diversos idiomas hacia el final de su audiencia pública semanal, ante más de 25 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, Francisco se salió del discurso preparado y habló de México.
En español, invitó a los fieles a implorar por los que sufren por cualquier motivo o se sienten abandonados, para que puedan sentir consuelo.
En un mensaje improvisando, exclamó: “Un especial pensamiento al pueblo mexicano” y agregó: “Los invito a cantarle a La Guadalupana, lo que cantaron al inicio pidiendo por los sufrimientos de este pueblo”.
Un nutrido grupo de sacerdotes ubicados en primera fila entonó la primera estrofa de esa canción.
Al final agradeció por el canto y continuó su audiencia. Antes, cuando recorrió la Plaza de San Pedro a bordo del Papamóvil, escuchó a un grupo de mexicanos que entonaban esa canción y después animó a repetir.
Se refirió así a la consternación que causaron en el Vaticano los asesinatos de tres sacerdotes en los últimos días en México, dos de ellos en el estado de Veracruz y uno más en Michoacán.
El domingo pasado, durante el rezo semanal del Angelus, el Pontífice se referió a esta situación al asegurar su oración “por el querido pueblo mexicano, para que cese la violencia que en estos días ha golpeado también a algunos sacerdotes”.
En la audiencia, el Papa habló de la situación de violencia que se mantiene en Siria e instó a tutelar a los civiles: “Siguen llegando noticias dramáticas sobre la suerte de las poblaciones de Alepo, a las cuales me siento unido en el sufrimiento, mediante la oración y la cercanía espiritual”.
“Al expresar profundo dolor y preocupación por lo que ocurre en esta martirizada ciudad, renuevo a todos el llamado a empeñarse con todas las fuerzas en la protección de los civiles, como obligación imperativa y urgente”, señaló.