Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
El nuncio apostólico Franco Coppola llegará a un país convulso donde el gobierno federal se encuentra devaluado, con un clima generalizado de violencia que ha afectado a los sacerdotes y religiosos, y donde la Iglesia católica está descabezada, coincidieron especialistas.
Para Bernardo Barranco, analista de temas religiosos, el principal reto de Franco Coppola será poner orden en el clero mexicano, puesto que ante la débil estructura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la ausencia de un nuncio apostólico durante varios meses se generó un vacío de autoridad en la Iglesia mexicana.
“Coppola viene a México, a un país convulso que se ha ebullizado después de la visita del Papa, un país con un gobierno débil, crisis económica muy fuerte y, sobre todo, con un conjunto de frentes que el gobierno tiene a nivel de empresarios y maestros, y provoca que sea un gobierno con fragilidades, con vulnerabilidades y que no quiere abrir nuevos frentes de batalla, menos con la Iglesia católica”.
Dijo que a nivel eclesial se encontrará con el sector de los obispos más conservador “que se ha ido con todo en la confrontación contra el gobierno de la República en torno a los matrimonios gay. Llega con esta circunstancia de un episcopado de un sector conservador que está jugando para 2018 desde ahora”.
Barranco resaltó que existe debilidad en la estructura de la Conferencia del Episcopado Mexicano, donde la figura del presidente de este órgano eclesial, Francisco Robles Ortega, se encuentra ausente, lo cual sumado a más de tres meses sin representante de la Santa Sede en el país, da la lectura de una “Iglesia descabezada, con espacios de conducción vacíos”.
Destacó que en el mensaje que Jorge Mario Bergoglio dio a los obispos durante su visita a México, les reprochó estar “acomodados en una línea de confort con los poderes del país y que tengan poco impulso pastoral, ser un episcopado aburguesado”. El especialista advirtió que este mensaje no ha tenido una recepción estructural, puesto que continúa con la inercia de priorizar una agenda moral sobre lo social.
Jorge Navarrete Chimés, director del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), indicó que Franco Coppola se topará ante dos grandes flagelos: la pobreza y la violencia, por lo que llega en un momento difícil para el país donde, la desigualdad social se incrementa día con día y prevalecen altos niveles de pobreza al existir 63.8 millones de personas que no tienen un ingreso suficiente para adquirir productos básicos para vivir y 55.3 millones de personas en pobreza.
“Por otra parte, la violencia, más de 27 mil desaparecidos y en esta última semana tres asesinatos de sacerdotes en diferentes partes de la República mexicana. Vaya bienvenida”, comentó Navarrete Chimés.
Jorge Traslosheros, integrante del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, dijo que la experiencia del nuevo nuncio apostólico en países en conflicto será de utilidad para “ayudar a tender puentes con las autoridades en temas como la inseguridad y violencia, para que haya un mayor entendimiento entre las partes”.