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El cardenal Norberto Rivera pidió a los fieles orar por aquellos que “injurian y difaman” a la Iglesia para que les “conceda el arrepentimiento”. Asimismo, se expresó una oración por los sacerdotes que fueron asesinados en Poza Rica, Veracruz, y porque se recupere “la legalidad, paz y confianza” en las autoridades de esa entidad.
“Por los que injurian y difaman a la Iglesia y sus pastores, para que el Señor les conceda el arrepentimiento de sus acciones y con nuestras oraciones se dé paso a la reconciliación social”, oró el cardenal.
Plegaria por curas. La semana pasada se filtraron los primeros cuatro nombres de una lista de 38 ministros de culto que supuestamente son homosexuales, la cual incluía a Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México.
Ante esta situación, el presbítero consideró que estas acusaciones no tienen sustento.
El viernes pasado se difundió un video en el que presuntamente se observaba al párroco José Alfredo Guillén López, quien desapareció el lunes 19 de septiembre, entrando a un hotel en compañía de un menor de edad. El arzobispo de Morelia, Alberto Suárez, indicó que “han circulado informaciones sin sustento y algunas absolutamente falsas”.
Al término de la homilía dominical, Rivera Carrera pidió una plegaria “por el eterno descanso de los presbíteros Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz asesinados en Poza Rica, para que gocen del reino eterno y en Veracruz se recupere la legalidad, la paz y la confianza entre sus autoridades”.
Se oró por López Guillén, cura de la comunidad de Janamuato, para que “el apoyo de hermanas y hermanos les sirva para salir de sus problemas y dolencias”.
Continuar misión. En la lectura de las oraciones, se hizo referencia al mensaje que envió el papa Francisco a los obispos mexicanos, en el que reconoció el “empeño de la Iglesia y de la sociedad civil a favor de la familia y de la vida, que en este tiempo exigen especial atención pastoral y cultural en todo el mundo”, puesto que se pidió orar por ministros de culto para que continúen con su labor.
“Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que no cesen en su labor de anunciar el Evangelio y repartir los dones de Cristo a los hombres”, dijo una de las feligreses en el Altar Mayor de la Catedral Metropolitana.
También se pidió por las familias, “para que con ayuda del amor que en la sagrada unión del matrimonio juraron ante Dios puedan hacerle frente a cualquier crisis y adversidad”.
Durante su intervención, el cardenal Norberto Rivera dijo que el Evangelio no se queda en la denuncia del mal, sino que aporta el principio social del “amor al prójimo”, el cual, de aplicarse con seriedad, podría “impedir o eliminar el egoísmo y la injusticia, y aliviar los males inevitables de esta vida”.
Indicó que la actualidad y la universalidad del amor al prójimo se mantiene porque es un principio que “no está ligado a ningún sistema o realización histórica, así como en algunas circunstancias se puede traducir en una ayuda de beneficencia, en otras circunstancias nos obligará a luchar contra la raíz de la pobreza, como pueden ser la ignorancia, la pereza, la injusticia o el fatalismo”.