La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) demandó con urgencia a las autoridades correspondientes la aplicación de justicia y castigo a los culpables de estos “crímenes inexcusables” tanto de los dos sacerdotes de la diócesis de Papantla, Veracruz como del cura de Puruándiro, Michoacán.
Ante los asesinatos de tres sacerdotes en una semana, los obispos de las diócesis a las que estaban adscritos los curas han entrado en contacto con las autoridades respectivas y colaborado con ellas, indicaron en un mensaje firmado por el presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, y por el secretario general, Alfonso Miranda Guardiola. Reiteraron la exigencia de “no manchar” el nombre de los presbíteros puesto que las investigaciones no han concluido.
“Son tres los asesinatos de sacerdotes en un semana, por lo que desde el primer momento los obispos de cada lugar, han entrado en contacto y han estado colaborando con las autoridades respectivas; sin embargo, demandamos con todo respeto y urgencia, a la autoridad competente el esclarecimiento sobre la verdad en ambos casos, y la aplicación de la justicia para con los responsables de estos crímenes inexcusables; y con la misma fuerza exigimos también, que no se manche el nombre de ningún sacerdote, ni de ninguna persona, sobre todo cuando no se tienen concluidas las investigaciones”.
El Episcopado Mexicano, que reúne a los más de 100 obispos del país, se comprometió a “seguir trabajando denodadamente, para que nunca más ningún ciudadano se vea envuelto en estos actos violentos que ocurren en muchos lugares de nuestro país”.
Expresó su solidaridad con la Arquidiócesis de Morelia y con el arzobispo de esa ciudad, Alberto Suárez Inda, así como su presbiterio y la comunidad parroquial. Pidió unirse en oración para que el pueblo tenga una vida digna.
“Unámonos fuertemente a la oración del Santo Padre por nuestra Patria, y pidamos la intercesión de Santa María de Guadalupe Reina de la Paz para que Nuestro Pueblo en su Hijo Jesucristo, tenga vida digna”.
pmba