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El padre Alejandro Solalinde, activistas y migrantes deportados bloquearon durante unos minutos la Garita Internacional de San Ysidro para exigir al gobierno de Estados Unidos que abra sus puertas a las migrantes y otorgue asilos humanitarios.
En punto de las 11 de la mañana (hora Pacífico) el también activista caminó con unos 150 migrantes de deportados, desde la Zona norte de Tijuana hasta la garita más transitada del mundo, por donde pasan unos 25 mil vehículos al día. De blanco con un crucifijo, exigió trato justo a los migrantes.
El padre Solalinde estuvo en la ciudad norteña para solicitar a las autoridades, refugios, y la misma iglesia católica que organice una cumbre para ayudar a los migrantes originarios de Haití que están llegando a Tapachula y Tijuana.
Reconoció que si no hallan una manera eficaz de ayudarlos podrían unirse a las filas del narcotráfico para obtener recursos y llegar a Estados Unidos.
