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Debatir sobre matrimonio y familia no pretende ser un acto de provocación ni un escenario para hablar contra ideologías diferentes, indicó el rector de la Universidad Pontificia de México, Mario Ángel Flores Ramos, durante la inauguración del foro Matrimonio y Familia ante Ideología de Género.
Recordó que la iniciativa de matrimonios igualitarios a nivel nacional impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, establece que el matrimonio no debe verse como la unión entre un hombre y una mujer, sino la unión entre dos personas mayores de edad con la intención de tener una vida en común, procurándose ayuda mutua, solidaridad, respeto e igualdad.
"Una definición tan amplia donde puede caber todo, se excluye por discriminatorio que el matrimonio sea sólo entre un hombre y una mujer y que tenga como finalidad la procreación y la perpetuación de la especie", detalló.
Explicó que la exposición de motivos de la propuesta de reforma constitucional de EPN, se fundamenta en una perspectiva de género pero que más bien desarrolla la ideología de género.
Pues la perspectiva de género es la valoración de la mujer en la sociedad en igualdad de derechos ante el hombre, en tanto que ideología de género es el relativismo de la sexualidad humana, razón por la que el foro realizado por la Universidad que dirige pretende ir más allá de la coyuntura que se ha dado derivada de las diferentes posturas con relación a la iniciativa.
"Queremos elevar nuestra mirada por encima de la confrontación que se viene dando con adjetivos injuriosos y que especialmente se lanzan contra las convicciones de la Iglesia, contra las convicciones de creyentes; contra las convicciones de muchos que piensan de manera distinta.
"Basta dar una ojeada a los foros de las redes sociales para encontrar una infinidad de comentarios ácidos y amargos, sin mucha sustancia y con mucha intolerancia", dijo.
Reprochó que el papel de los medios de comunicación ante este debate ha sido que algunos comentaristas se han convertido en la consciencia social que marca las opiniones de muchos y señaló que el verdadero dilema es lograr que en una sociedad democrática nadie niegue derechos pero que nadie destruya instituciones.
tcm