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En México, 25% de los casos de cáncer en mujeres son de mama. Estadísticas de la Organización Mundial de Salud indican que 35 mujeres de cada 100 mil padecen de este mal. En el caso de los varones, por cada 100 mujeres que tienen esta enfermedad un hombre es diagnosticado.

Jaime Alonso Reséndiz Colosio, jefe del Departamento de Tumores de Mama del Hospital de Oncología, del Centro Médico Nacional Siglo XXI, dijo a EL UNIVERSAL que en el país hacen falta especialistas en radiología que además de interpretar las mastografías sean capaces de localizar tumores.

Afirmó que un tumor detectado en forma temprana, aunque no sea palpable, a través de los médicos radiólogos intervencionistas entrenados en la localización de tumores de la mama se puede guiar al cirujano, “el médico radiólogo no sólo debe interpretar, sino que muchas veces puede ayudar a la localización frente a la cirugía y cuando un médico cirujano no puede palpar un tumor, el radiólogo se lo puede señalar por medios especiales”.

Hasta 2012 en el país se contabilizaban 570 mastógrafos en instituciones públicas por 162 radiólogos, de los cuales 124 estaban capacitados en lectura de mamas. Reséndiz Colosio explicó que los estudios de Rayos X requieren de un entrenamiento especial, que no todos los médicos radiólogos cuentan con la capacitación para interpretar estos estudios.

Aseguró que se debe contemplar que en ocasiones en la mastografía no se obtienen los resultados óptimos y es necesario realizar desde ultrasonidos hasta resonancias magnéticas. “Es importante que los radiólogos al incursionar en el tema de mama estén entrenados para que en los casos de sospecha se realice un diagnóstico más preciso”.

La tasa de mortalidad por cáncer de mama en el país se concentra principalmente en Sonora, Coahuila, Nuevo León, Jalisco, Colima, Aguascalientes y en la Ciudad de México. “Se cree que en los próximos años esta enfermedad tenga una mayor proyección. Por eso, aunque exista prevención, si no hay una buena evaluación en cuanto a estudios clínicos y te dan un resultado equívoco se pueden generar graves problemas”, aseveró.

Jaime Alonso Reséndiz cree que sí hacen falta más expertos en radiología para que los cirujanos sean apoyados y al tener un diagnóstico más oportuno, no en todos los casos sea necesario extirpar todo el seno.

Sobre la prevención en mujeres menores a los 30 años, Jaime Alonso explicó que aunque no tenga la edad conveniente para realizarse una mastografía —40 años—, debe autoexplorarse y en el momento en que sienta algo anormal acuda al médico para que le practiquen un ultrasonido que detecte de forma temprana el cáncer de mama.

Este grupo de mujeres se clasifica en las que tienen un riesgo promedio —no hay antecedentes familiares de cáncer— y las que tienen un riesgo mayor porque algún familiar primario tuvo cáncer. En el segundo caso, todas ellas deben realizar la mastografía entre 5 y 10 años antes de que su pariente haya padecido este mal.

Cuando las mujeres jóvenes no tienen antecedentes parentales no se recomienda que se practiquen una mastografía porque el tejido mamario es muy denso y eso hace que los resultados sean difíciles de interpretar.

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