Sociedad

“Quiero motivar a la gente para que haga grandes cosas”

Por un balazo en el cuello, Édgar estuvo en rehabilitación a lo largo de un año. Con secuelas como una paraplejia, se incorporó al deporte en silla de ruedas (ARCHIVO EL UNIVERSAL)
17/09/2016 |01:19
Redacción El Universal
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Para Édgar Cesáreo Navarro Sánchez estos son sus quintos Juegos Paralímpicos. El pasado 13 de septiembre ganó la medalla de bronce en 100 metros T-51, que consiste en cruzar la meta en silla de ruedas. Hoy participará en la competencia de 400 metros.

Édgar Cesáreo Navarro cuenta con 126 medallas desde que participó en estas competencias de 1998.

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“Me gustaría continuar motivando a la gente para que hagan grandes cosas y salgan de su zona de confort”, dice. Recibió un balazo en el cuello durante un asalto hace 20 años. Trabajaba como supervisor de nómina.

Esa grave lesión le provocó una paraplejia. “Obviamente mi finalidad es ganarle a mis contrincantes paralímpicos, pero lo más importante es seguir mejorando mis propias marcas; retándome. En Londres 2012 quedamos en cuarto lugar”.

Estuvo en rehabilitación a lo largo de un año y se incorporó al deporte sobre ruedas. Al principio transitaba por las calles en su silla por más de dos horas para poder llegar a entrenar, lo cual se convertía en parte de su rehabilitación.

Su hija que en el momento del accidente tenía un año de edad —hoy con 24—, es licenciada en entrenamiento deportivo y es quien lo apoya en su preparación.

“La final la correré con ocho competidores. Vamos a correr en la misma pista que los atletas convencionales y tenemos exactamente las mismas obligaciones. Vamos a competir en 100 y 400 metros. El entrenamiento ha sido muy fuerte. Cuento también con un preparador físico, exámenes de biomecánica, que me han ayudado para ir perfeccionando la técnica; estoy trabajando mucho las resistencia a la velocidad; la resistencia al aire.

“Además, si hay lesiones, mi hija es quien sabe como rehabilitar esas probables lesiones deportivas”, contó días antes de viajar a Brasil.

En el ámbito de lo económico Cesáreo Navarro relata que “nosotros, a diferencia de los atletas convencionales, hace 20 años que estamos siendo seleccionados nacionales.

“Al principio buscábamos una beca de 600 pesos que después subió a dos mil pesos, a 5 mil, a 8 mil y ahora tenemos una beca de 13 mil pesos que en el pasado no habíamos tenido. En mi caso no necesito de la beca para vivir, voy a los Juegos Olímpicos a superar retos personales, para ellos simplemente se requiere de trabajo y eso no me espanta.

“Yo continúo trabajando en la construcción; a mí me gusta mucho crear, construir y es a lo que me dedico también.

Navarro Sánchez dice que nunca se sabe cuándo serán los últimos Juegos Paralímpicos en los que podrá participar, “por lo que para mí es muy importante obtener un buen resultado, ya que no sabemos que venga después. Fui, por ejemplo, en Beijing 2008, el primer mexicano en competir en ciclismo adaptado. Obtuvimos un sexto lugar que es bastante decoroso y en Londres 2012 quedamos en cuarto lugar”.

Analuz Aragón González, esposa de Édgar Cesáreo, presente durante la charla, concluye: “Él para nosotros es un ejemplo a seguir, no sólo por ahora ir a Río 2016, sino porque desde que quedó discapacitado ha dado todo al 100 por ciento y nos jala con él”.