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Guanajuato, Gto.— Mary Cruz Rodríguez se acercó al altar con un moisés del que se asomaba un elegante ropón; la larga fila de feligreses se colocó frente a ella, uno a uno comenzaron a besar la figura de la Divina Infantita que llevaba en sus brazos a la que llama su “niña chiquita”.

Con 50 años de edad, dice estar comprometida con su fe, ser congruente con la doctrina y valores católicos, “que deben hacerse valer ante las amenazas de un gobierno que busca imponer leyes contra los derechos de la familia.

“Con ese tipo de pensamientos, ¿dónde queda tu fe?, ¿dónde quedan tus principios?, ¿dónde queda el respeto a todos?”, inquiere.

El jueves pasado acudió al Templo Expiatorio a misa de las 12:00, por la festividad de la Divina Infantita; fue recibida por el sacerdote, quien roció agua bendita a la imagen y al igual que los asistentes adoró a la “Virgen Chiquita”, a la que se le apreciaba una esclava de oro en su brazo izquierdo.

Defensora de los valores religiosos de Guanajuato —la entidad que en los indicadores del Inegi ocupa el primer lugar de católicos, con más de 94% de su población— dice que el gobierno no tiene por qué decidir sobre la educación sexual de los niños: “¡Como si se tratara de impuestos! Nosotros somos parte del pueblo; se nos tiene que tomar en cuenta.

“El Presidente puede decidir subir impuestos, puede decidir ‘sumirnos’, si lo ha decidido así; nos tienen con ‘un pie arriba’, ¡pero ya que toquen a tus hijos con ese tipo de pensamientos!”.

Se deben respetar el derecho de los padres a educar a sus hijos y los valores y principios de la fe católica, añade en el acceso al recinto religioso, donde fue alcanzada por varias personas que admiraban a su “santita”.

De las acciones del gobierno que “atentan contra la familia y la sociedad”, la que más le indigna es la educación sexual en la etapa preescolar. “Mis hijas tienen 19 y 30 años, todavía ni tengo nietos; ¡si no, me estaría yendo para atrás!”, agrega.

Coincide con las expresiones de “no te metas con mis hijos”, que sobresalen en espectaculares instalados en los principales bulevares del estado, en los que se llama a participar en la Marcha Nacional de la Familia de este sábado, que en 13 ciudades del estado congregará a más de 35 mil personas —de acuerdo con la estimación del Frente Nacional de la Familia.

Respalda la marcha por el amor a los hijos “porque una cosa es el gobierno y otra que muevan a nuestros hijos; ya es difícil la sociedad, el mundo que estamos viviendo con toda la agresión y todavía esto; entonces, es una falta de respeto a todo el pueblo de México, a toda la ciudadanía.

“Ese señor, el Presidente, no puede llegar y tomar las decisiones que le corresponden a la familia y que afectan a tus hijos, lo que más amas y por lo que luchas”, insiste.

Afirma que es necesario salir a manifestarse para que el gobierno vea que no puede actuar unilateralmente, trastocando los principios y valores de la gente, dice Mary Cruz.

Se muestra como una católica acostumbrada a seguir los mandamientos y los sacramentos de la Iglesia, “con la creencia en Dios y a ser respetuosa con toda la gente. Respeto a los gays porque también sienten, aman, porque son seres humanos. Yo no voy a estar en contra de un gay por mis principios de fe; lo que quieran hacer, eso es otro problema. Aquí es el amor y no puedo estar en contra de nadie”, expone.

Hace nueve años una abogada le regaló la “Niña Virgen” y desde entonces cada día de su santo la presenta en misa. El 8 de septiembre pasado, por la tarde-noche, en su casa en la ciudad de León, fue colocada en un altar decorado con globos y flores, le cantaron Las Mañanitas, rezó el rosario con invitados; después partieron un pastel.

En su casa además tiene un Niño Doctor y una Virgen de Guadalupe. Todos forman su hogar, “pero la Divina Infantita es como la más pequeña de la familia”, dice sonriente.

“Primero mi fe y la niña, que la amo y que la adoro, es nuestra niña chiquita de la casa”, comparte.

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