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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Tehuantepec, Oax.— Los 200 metros cuadrados de explanada del Comisariado de Bienes Comunales de Santa Cruz Tagolaba, barrio de Tehuantepec, en el sur de Oaxaca, lo acaparan 350 niños en 12 grupos rodeados de tractores y aditamentos del campo, el espacio que desde hace dos días se convirtió en su escuela.
Distraídos por el ruido que interfiere en las instrucciones de los maestros, los menores intentan adaptarse a su nuevo espacio. Los 12 maestros hacen lo propio: gritan, regañan y se arman de paciencia. Las condiciones no son las adecuadas para enseñar, pero resisten a la embestida.
Los pequeños reciben clases en pequeños pizarrones amarrados a los pilares del auditorio o en los tractores. Las sillas y mesas que utilizan son rentados por la dirección que encabeza María del Carmen López Ruiz.
Los 15 trabajadores de la educación, de un total de 25, que se rebelaron a la Sección 22 desde que comenzó el paro magisterial en Oaxaca en mayo, pertenecen a la Primaria 22 de marzo del Fraccionamiento Los Tamarindos, pero desde hace tres días no se les permite regresar a la escuela por parte de los profesores del sector sindical y un grupo de padres de familia afines a ellos. La primaria fue tomada por 10 trabajadores de la plantilla original el pasado 7 de agosto, el día que la Sección 22 regresó a clases, dejando a los que comenzaron desde el 22 de agosto, siguiendo el calendario de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), fuera del inmueble.
“Ellos con lujo de violencia tomaron la escuela, encabezados por el dirigente sindical del Sector de Tehuantepec, César de la Cruz. Para evitar poner en riesgo a los niños decidimos sacarlos y buscar una sede alterna. Ellos están dando clases con otros maestros de otras escuelas”, explicó Manuela Escobar Ortiz, madre de familia.
Los profesores respaldados por la Sección 22 y padres de familia que tomaron la primaria argumentan que la directora supuestamente realizó malos manejos de los recursos de la escuela, además de ser siempre “leal” a las instituciones educativas como el IEEPO y “traidora” al movimiento sindical, por lo que exigen su renuncia.
La plantilla de la Sección 22 abrió la escuela a los hijos de los padres de familia que los apoyan, pero el inmueble está fuertemente resguardado por los integrantes del CNTE.
La SEP hizo entrega a los profesores castigados la dotación de libros gratuitos, los cuales fueron repartidos a los niños que reciben clases en la explanada de la casa comunal. Los profesores castigados y los padres de familia esperarán a que el gobierno estatal y federalrecupere el plantel.