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TUXTLA GUTIÉRREZ. Chis.— Las negociaciones entre el gobierno federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se encuentran en un dilema en el cual se ha perdido la confianza y la credibilidad, porque “no se cree en la palabra” y así no se puede dialogar, advirtió el obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Enrique Díaz Díaz.
En la actual situación del conflicto magisterial, subrayó el prelado, “lo grave es que cada quien mira lo suyo, y que no creemos en la palabra del otro, eso es para mí ahora lo más grave, que aunque se sienten a platicar uno no cree en el otro.
“Es muy difícil dialogar cuando esto ocurre”, acotó el líder católico en conferencia de prensa.
En el ámbito de las reformas estructurales del país, incluida la educativa, no se tiene la percepción ni los beneficios anunciados, por ello es la incredulidad, dijo.
Incluso, el gobierno ha perdido oportunidad del diálogo y credibilidad en su palabra: “A veces, cosas que parecen buenas no se las creemos”, expresó el obispo chiapaneco.
“Es que pierde credibilidad en todo, si lo que están diciendo son las reformas, y los maestros, y si esta reforma no los ayuda; si ha habido otras reformas y no vemos los beneficios, uno tiene el derecho a tener todas las dudas”, afirmó el obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Díaz Díaz.
Aunque el jerarca religioso aclaró que los problemas en el magisterio disidente son añejos y “ahora han explotado, y de lo cual no podemos ir saliendo fácilmente”.
Al considerar que los padres de familia son los principales responsables de la educación de los hijos, si bien, en ocasiones delegan la tarea a maestros, catequistas, “a la televisión, la radio y hasta la calle”, por lo cual exhortó a éstos a que asuman esa responsabilidad de manera plena e integral.
“Mi invitación es que cada papá y mamá, sobre todo en esta situación difícil, asuman esta responsabilidad de cómo van a educar a sus hijos, sea con escuela o sin escuela, sea que los tengan en casa o se unan padres de familia, la educación no se detiene porque no haya clases”, afirmó Díaz Díaz.
El sacerdote puntualizó que algunos padres de familia se están amparando, al igual que los profesores, ante el riesgo de que se queden sin trabajo. “Es una búsqueda de justicia”. El paro laboral de la coordinadora cumplió este domingo 106 días, durante los cuales los maestros se han movilizado con bloqueos carreteros, a plazas comerciales, empresas y medios de comunicación, marchas y mítines en contra de la reforma educativa.
El arzobispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, pidió a los padres de familia estar atentos a los contenidos educativos, en escuelas y en otros círculos sociales, puesto que existe el riesgo de que con la mejor intención de evitar la discriminación contra las personas gays “se pretende borrar las diferencias biológicas, antropológicas y culturales propias de cada sexo”.
En una publicación incluida en el semanario Desde la fe, ayer, Felipe Arizmendi alertó sobre una nueva ideología de género que propone que el sexo no está determinado desde la concepción, sino que el ser humano puede ser lo que quiera.