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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Sorprendidos y enojados, esta mañana padres de familia descubrieron que en las escuelas de sus hijos, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) determinó no iniciar clases en la Ciudad de México en protesta por la falta de acuerdos concretos con el gobierno federal para abrogar la reforma educativa.
En entrevista, algunos padres pidieron que ambas partes del conflicto cedan para que sea posible llegar a un acuerdo, puesto que los más perjudicados son los niños.
José Luis Ruiz, de 30 años, acudió a la escuela Leonardo Bravo a dejar a su hijo para que iniciara el ciclo escolar en sexto grado de primaria. Le acomodó la mochila, le dio un beso en la mejilla y esperó a que el niño cruzara el portón blanco de la entrada.
El niño apenas había dado unos pasos cuando José Luis se dio cuenta de que el pequeño no podría pasar: hoy no hubo clases en su escuela, cerrada por el paro magisterial indefinido de la CNTE.
“Uno no sabe de quién es culpa porque viene de mucho tiempo, que los maestros exigen algo y el gobierno no se los da. Yo creo que las dos partes tienen que ceder y llegar a un buen acuerdo”, comentó el padre de familia, quien es auxiliar de laboratorio.
Aunque fueron pocos los que llegaron a dejar a sus hijos —no más de 30 que no sabían que no habría clases— la sensación generalizada fue de preocupación y enojo puesto que muchos de ellos no tenían dónde dejar a los niños.
La escuela Leonardo Bravo, dirigida por Nicolás Bravo Herrera, líder de la CNTE en la Ciudad de México, es una de las más solicitadas en la zona, puesto que es de jornada completa, lo que quiere decir que los niños van a la escuela durante ocho horas.
Para los papás esta es una de las ventajas más importantes del plantel localizado en la colonia Peralvillo. Sin embargo, muchos papás están comenzando a pensar en cambiar a sus hijos de escuela.
Israel Valadez, padre de Berenice, Frida y América, aprovechó su día de descanso para acudir al plantel escolar a realizar unos trámites para dar de baja a sus hijas de la institución, pero hoy la escuela estuvo cerrada y él tendrá que pedir un permiso especial en su trabajo para regresar hoy.
El señor Valadez señaló que las movilizaciones de la CNTE le perjudican “doblemente” debido a que en su trabajo como chofer le han tocado varios bloqueos carreteros. Admite que no conoce la causa del magisterio pero opina que el gobierno federal debe sentarse a dialogar con la Coordinadora para que las familias dejen de tener afectaciones.
“Vine a ver lo de la baja de mis hijas pero no se pudo porque dice el director que están en paro, voy a tener que regresar mañana [hoy] y pedir permiso en mi trabajo o faltar para que ellas no se queden sin escuela y sin el trámite, no las puedo inscribir. Que le pongan un alto [a la situación], no agresivamente, pero sí que ya le den una solución porque sí hay muchas cosas que nos perjudican a los niños y a nosotros, a todo el mundo. A los maestros, que se pongan a trabajar y encuentren otras medidas para pelear sus derechos. No estar cerrando las escuelas”, externó.