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El ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el mexicano Emilio Álvarez Icaza, afirmó que el trabajo de defensa y promoción de las garantías individuales en América avanzó en los pasados cuatro años.
Pero la realidad que presentan algunos países preocupa y en mayor medida por las amenazas políticas que enfrenta la CIDH para continuar su labor, consideró Álvarez Icaza.
“Me voy preocupado de la realidad de algunos países”, dijo el activista mexicano al hacer un balance de su gestión al frente del principal organismo hemisférico de derechos humanos, que se caracterizó de enormes satisfacciones personales e institucionales y temores por el futuro a corto plazo.
Señaló que regresa a su país “muy agradecido de la experiencia y con un grande aprendizaje” de uno de los periodos más difíciles para la CIDH, marcado por una severa crisis financiera que está limitando su accionar.
El alcance de esta crisis, la peor en la historia del ente que ha sido llamado “la joya de la corona” del sistema interamericano, se evidenció meses atrás con la inédita decisión de suspender el periodo de sesiones de otoño por falta de recursos.
Álvarez Icaza acusó que esta crisis es el resultado de una decisión de varios países, molestos por el accionar de la CIDH, que “es víctima de su éxito”.
“En materia de financiamiento, lo que se denota es una voluntad de los Estados para que la comisión no tenga condiciones para operar. Es una decisión política que la comisión no tenga recursos para operar”. El ex comisionado de los Derechos Humanos del DF hizo notar el doble discurso de los países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) “en decir y hacer”.
“Es un discurso que contrasta con las expresiones de apoyo, pero los discursos no pagan misiones de observación, no pagan la protección de las víctimas con medidas cautelares”, sentenció.