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En México trabajan 2 millones 475 mil niños, niñas y adolescentes de cinco a 17 años de edad, lo que representa 8.4% del total de personas de este grupo en el país. De ellos, 2 millones 217 mil realizan labores no permitidas y un millón 330 mil se desempeñan en ocupaciones peligrosas, se precisa en los resultados del Módulo de Trabajo Infantil dados a conocer ayer.

Los datos de este trabajo bianual, resultado de encuestas realizadas en 2015 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en colaboración con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), señalan que existe una tendencia descendente en el número de menores de edad que laboran, puesto que en 2013 se contabilizaron 2 millones 536 mil; es decir, 61 mil menos.

Se resalta que la mayoría trabajan con un familiar (60%) y 42% no reciben una remuneración. Del total, 29.8% se desempeña en el sector agropecuario, 25.3% en servicios diversos, 22.6% en el comercio, 13.8% en la industria, 6.7% en la construcción y 1.8% no especificó.

De los niños que sí reciben ingresos económicos, la mayoría (52%) tienen hasta un salario mínimo; más de uno o dos, 34%; más de dos y hasta tres, 12%, y más de tres, 2%. De ellos, 62% aporta alguna parte de su salario a su hogar y ocho de cada 10 laboran en micro negocios.

Los motivos principales por los que trabajan son: porque el hogar necesita de su aportación económica (27.9%), por gusto o sólo por ayudar (23.3%), para pagar su escuela o tener ingresos propios (22.3%),para aprender un oficio (15.3%), porque no estudia o expusieron otra razón (11.2%).

En el módulo se incluyó a los que realizan alguna labor doméstica. Del total de niños y adolescentes entre 5 y 17 años que hay en el país (29 millones 412 mil), 21 millones 143 mil están en ese rubro.

Estos últimos comprenden también a los que cargan cosas pesadas, que lo hacen cansados o agotados, los que presentan dolores de espalda o musculares, quienes sufrieron fuertes quemaduras o tienen problemas respiratorios, entre otros.

Se establecen como trabajos peligrosos para niños, niñas y adolescentes cuando sufren abusos de orden físico, sicológico o sexual, cuando realizan una labor bajo tierra o agua, así como en alturas inadecuadas o espacios cerrados, con maquinaria, equipos y herramientas de alto riesgo, en medios insalubres expuestos a sustancias o en temperaturas y ruido perjudiciales para la salud.

De los adolescentes de 15 a 17 años que trabajan, 47% son hombres y 53% mujeres; tres de cada cuatro asistían a la escuela en el momento de la encuesta y sólo uno de cada cuatro estaba fuera del servicio educativo, 31% no tenía concluida la educación básica, 36% terminó la secundaria y 33% algún grado de bachillerato o más.

Continuará reducción. Luego de que se dieron a conocer los resultados del Módulo de Trabajo Infantil 2015, en el marco de la Conferencia Nacional de Secretarios del Trabajo (Conasentra), se acordó reforzar las acciones coordinadas para continuar con la reducción del número de menores que trabajan, así como en la disminución de quienes lo hacen en condiciones no adecuadas y peligrosas.

En la clausura de esa reunión, la subsecretaria de Empleo y Productividad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Patricia Martínez Cranss, dijo que entre los acuerdos se resaltó la importancia de combatir el trabajo de los niños, porque es un delito.

Indicó que para ello se redefinieron algunas acciones para atacar ese fenómeno y se dio a conocer que se hará una nueva medición sobre trabajo infantil doméstico. “Se puso sobre la mesa algo que sabemos, pero que no tenemos presente, que es el hecho de que el trabajo infantil fuera del núcleo familiar es un delito y como tal debe tratarse”, señaló.

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