Con una inversión de 240 millones de pesos de Caminos y Puentes Federales (Capufe), se construye la obra más vanguardista en su tipo a nivel nacional, ubicada al inicio de la carretera México-Cuernavaca, la cual se estima esté concluida a finales de 2016 o inicios del próximo año.

Comprende, entre otros, siete carriles más para el cobro de peaje y un parador donde se ofrecerán diversos servicios, como restaurantes, sanitarios, tiendas y postes de energía eléctrica para cargar celulares.

El tiempo de entrada y salida en la caseta de Tlalpan se reducirá de manera significativa al incrementarse de 14 a 21 carriles para el cobro de peaje, lo que representará un cruce máximo por hora de 5 mil 40 vehículos, a diferencia de los 3 mil 360 que en promedio transitan actualmente.

“Modernizamos nuestra plaza de cobro. Tendremos todos los sistemas requeridos para tenerla muy vanguardista, como es la necesidad de nuestros usuarios”, explica Benito Neme Sastré, director general de Capufe.

Precisa que siete de los 21 carriles serán reversibles, lo que permitirá contar hasta con 14 en un sentido.

En el proyecto, que desde una vista aérea es un diamante ubicado en 41 mil 400 metros cuadrados, se ha proyectado la construcción de un nuevo edificio administrativo de tres niveles con conexión a las cabinas de cobro por medio de la techumbre.

El nuevo diseño permite que desde la misma cabina el personal acceda por una escalera a las oficinas centrales para hacer entrega del dinero de la cuota de peaje, sin necesidad de salir de su espacio.

La edificación tiene un sistema sustentable de energía basado en paneles solares para iluminar interiores.

Las nuevas instalaciones beneficiarán al clima, puesto que se construirán dos pozos de inyección con una profundidad de 150 metros cada uno, que permitirán el desalojo de las aguas pluviales, así como la recarga de los mantos acuíferos.

El proyecto cuenta con dos plantas de tratamiento de aguas residuales con recirculación para riego.

Habrá un helipuerto de uso exclusivo para emergencias, que será utilizado principalmente por la Cruz Roja y la Policía Federal.

Los carriles contarán con tecnología de punta para el cobro de peaje, como son contador de eje, identificadores de placas y del tipo de vehículo, así como lectura de TAGs.

Neme Sastré explica que el avance físico a la fecha es de 75% y se prevé concluir para finales de 2016 o principios del próximo año.

Contará con un centro de control para la operación y monitoreo del eje carretero Tlalpan–Cuernavaca–Acapulco, con 168 cámaras y 50 paneles de mensajes variables.

La obra que inició en enero de 2015 se coordina conjuntamente con la del viaducto elevado a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a efecto de disminuir las afectaciones a los usuarios.

En el proyecto se considera la reubicación y construcción de un destacamento para la Policía Federal. Cuenta con área de oficinas administrativas, instalaciones de seguridad, dormitorios, cocina, comedor y un área para militares, otra de servicios para el personal de Capufe, zonas de estacionamiento y para unidades de emergencia.

Como apoyo a la seguridad vial se contará con amortiguadores de impacto en espolones, así como con una barrera móvil que permitirá encarrilar de forma segura a los vehículos.

Según el cálculo de Capufe, la obra ha generado 600 empleos directos y 2 mil indirectos.

A 10 kilómetros de la caseta de cobro con rumbo a Cuernavaca también se construyó el parador Parres con una extensión de 11 mil 400 metros cuadrados. Ahí habrá espacio para instalaciones de la Policía Federal, estacionamiento, tiendas, sanitarios amplios, restaurante, tortería y una unidad médica prehospitalaria.

“Es el parador más moderno que vamos a tener en México. Habrá postes de energía eléctrica para cargar tu celular, para ponerle aire a las llantas y botones de emergencia. Se podrán estacionar 30 automóviles y 20 autobuses al mismo tiempo”, detalla Neme Sastré.

Explica que la necesidad de construir este parador alejado de la caseta es porque se generaba una congestión mayor, debido a las personas que paraban a comprar comida o bebida, o requerían entrar al baño o a descansar, de manera especial los viernes.

“Lo que hicimos fue crecer la plaza y la dignificamos. Dejamos los servicios que tenía y nos fuimos a 10 kilómetros para mejorar las instalaciones, así como sanitarios y restaurantes dignos”, explica el director de Capufe.

En 1952, el entonces presidente Miguel Alemán inauguró la autopista México-Cuernavaca.

Durante los primeros meses de 1953 el aforo vehicular por las casetas de cobro de esa carretera era de apenas 70 vehículos por día.

Actualmente el tránsito de los automóviles promedio diario es de más de 35 mil unidades y al mes se brindan un promedio de mil servicios entre asistencia, prevención y auxilio vial.

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