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La titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Rosario Robles Berlanga, llamó a la ciudadanía a respaldar la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto sobre los matrimonios entre personas del mismo sexo.
En un video posteado en su cuenta de Facebook con el hashtag #Puer-tasAbiertas, la funcionaria consideró que la iniciativa presidencial reconoce los derechos de manera igualitaria y sin discriminación de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual y transgénero, sin importar su preferencia sexual, religión, color de piel, género ni edad, para poder ejercer los derechos que se consagran en la Constitución mexicana.
“Yo soy una convencida de que todos tenemos derecho a tener una religión, pero siempre a lo largo de toda mi carrera pública he sostenido un principio fundamental: a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, y a los servidores públicos nos toca garantizar que los derechos se puedan ejercer plenamente en nuestro país”, dijo Robles.
Celebró la valentía y decisión del presidente Peña Nieto por el envío de esa iniciativa al Congreso de la Unión, luego de que el 17 de mayo hizo llegar la propuesta que permitiría reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo en todo el país, así como abre la posibilidad de que estas parejas puedan adoptar un hijo.
“Me sumo totalmente a esta iniciativa y todo lo que pueda hacer para que pronto sean leyes aprobadas en nuestro país y en los estados de la República. Tengan la seguridad de que lo haré como servidora pública, pero sobre todo como mexicana”, dijo.
Invitó a los internautas a sumarse a la iniciativa “de vanguardia” que habla de un México moderno que reconoce todos los derechos y que parte de un principio: “que la patria es de iguales, si no, no lo es”.
El pasado 17 de mayo, Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia, el presidente Enrique Peña Nieto anunció el envío de dos iniciativas de reforma al Congreso para establecer en la Constitución el matrimonio entre personas del mismo sexo, así como un conjunto de reformas al Código Civil Federal para garantizar el derecho de esas personas a contraer matrimonio en las mismas condiciones que las parejas heterosexuales.
“La orientación sexual no puede ser motivo de restricción de derechos”, indica el texto. En su proyecto también establece la igualdad de condiciones que las personas heterosexuales para la adopción.
Reacciones. El tema ha desatado diversas reacciones a favor y en contra de la propuesta presidencial.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reconoció la variedad de situaciones familiares; sin embargo, afirmó que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden equipararse al matrimonio.
A través de un comunicado, la CEM pidió estudiar a fondo todas las consecuencias que conllevarán las iniciativas presentadas por Peña Nieto respecto a los matrimonios igualitarios.
Además, las iglesias cristianas advirtieron que se movilizarán para impedir que la iniciativa presidencial llegue a ser aprobada.
“En una sociedad en la que no se advierte con claridad que sólo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad, reconocemos la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la comunicación de la vida nos asegura el futuro de la sociedad”, expresó.
Arturo Manuel Díaz León, director general de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación (Segob), en días pasados dijo que los argumentos religiosos podrán participar en el debate nacional que se haga en torno a la iniciativa de reforma al artículo cuarto constitucional, puesto que dijo que no hay que confundir el principio del Estado laico como un principio “antirreligioso”.
El domingo pasado, en el editorial del semanario Desde la fe, la Arquidióces de México afirmó que la iniciativa presidencial es “profundamente inmoral e injusta” y victimiza a los niños al ponerlos como objetos para cumplir lo que calificó de “caprichos homosexualistas” de quienes buscan tener un hijo.