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En México no existe información consolidada sobre discapacidad, por lo que es necesario homologar los resultados de distintas mediciones para atender las necesidades de ese sector de la población.
Así lo señala un estudio de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República, en donde cita la necesidad de contar con estadísticas puntuales.
Las políticas públicas enfocadas a atender a las personas que padecen alguna discapacidad, indica, tienen ciertos pendientes en cuanto a cuidado, inclusión e igualdad de oportunidades. En la investigación La discapacidad en México: indicadores cuantitativos actuales, se hace un llamado a crear mecanismos que homologuen los resultados de las diferentes mediciones sobre ese rubro en el país, para que sean comparadas y atendidas.
El documento advierte que hay resultados divergentes sobre discapacidad en las encuestas nacionales, por lo que es imposible saber si la condición ha aumentado o disminuido o en qué entidades se ha agravado esta situación.
“Hasta 2014, 6% de la población mexicana tenía una discapacidad, es decir, 7.2 millones de personas; y 13.2% se encontraban en riesgo de experimentar restricciones o limitaciones en sus actividades, aproximadamente 15 millones 886 mil personas”, señala el texto.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 (Enadid), Nayarit, Durango y Colima reportaron las mayores tasas de discapacidad. Con las proporciones más bajas están Chiapas, Coahuila y la Ciudad de México. Respecto a la distribución por sexo, los datos muestran que los hombres sufren de discapacidad en menor medida que las mujeres, 46.5% y 53.5% respectivamente.
Distintas mediciones, refiere el IBD, coinciden en que el tipo de discapacidad más frecuente a nivel nacional es algún problema para caminar. La Enadid indica que 64% de los discapacitados tienen problemas de movilidad, 58.4%, afectaciones en la visión; 38.8%, problemas para aprender, recordar o concentrarse; dificultades para escuchar las padecen 33.5%, 23.7% no pueden hacer actividades básicas de cuidado personal y 19.6% tiene problemas mentales.
Sobre los ingresos de las personas con alguna discapacidad, 40% de ellos trabaja, los programas de gobierno atienden a 39% y 22% están jubilados o pensionados.
