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El debate impulsado desde Guerrero por la legalización de la cultivación de amapola para fines medicinales ha cobrado fuerza en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la búsqueda de un modelo nuevo para combatir la delincuencia organizada, opinó el subsecretario de prevención del delito de la Secretaría de Gobernación, Alberto Begné Guerra.
Entrevistado tras asistir a una reunión de balance en el ayuntamiento de Chilpancingo, en la cual participó el alcalde capitalino, Marco Antonio Leyva Mena, el funcionario federal consideró positivo que desde Guerrero se impulse el tema de la legalización de la siembra de amapola.
Para Begné Guerra es primordial que el tema se construya con bases, desde el estudio profundo de los beneficios que traería la legalización del cultivo, hasta como parte de un modelo de atención y combate al crimen organizado, en la parte del control y venta de enervantes. El debate, dijo, debe ser amplio y considerar a varios sectores de la población.
El debate debe contemplar asuntos relacionados con la atención de adicciones, desintegración social y de lucha contra la violencia y recordó que en Estados Unidos existe el mayor número de consumidores de drogas a nivel mundial; el 60% de éstas son sintéticas.
“Mientras allá no trabajen más seriamente en la atención de las adicciones de la población y no disminuya la demanda, por algún lado de sus costas, sus cielos y fronteras terrestres habrá quien provea”, dijo en referencia al trabajo de Estados Unidos con respecto a su política anti drogas.
La propuesta debe de verse en sus varias aristas como ocurrió con la marihuana, droga que va en el camino de poderse portar en más dosis, hasta 28 gramos, dijo.
afcl
