En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, el director del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que es necesario que los consumidores tomen responsabilidad en el cuidado de la biodiversidad y no sólo en la manera en la que procesamos, sino en cómo generamos basura o interactuamos con el medio ambiente pues -señaló- en la actualidad el ser humano es el mayor responsable de la desaparición de especies en el planeta.
Ejemplificó que el mayor impacto para las especies del planeta lo generamos los habitantes de las ciudades por los altos niveles de consumo que tenemos; por ejemplo, para producir la carne que comemos diariamente, es necesario abrir grandes espacios para la crianza de los animales, por lo que se talan bosques y selvas.
O el uso del plástico pues nuestros desechos, en su mayoría, terminan en el mar donde los peces y mamíferos se los tragan o se ahogan con ellos, lo que ha ocasionado que se estén reduciendo todas las poblaciones de aves marinas del mundo.
El investigador explicó que una de las formas para definir la diversidad biológica es considerar el número de especies de plantas y animales existentes, que no se pueden cuantificar porque diariamente se descubren nuevas. Lo preocupante en nuestros tiempos, es que los seres humanos han ocasionado la desaparición o extinción “sumamente acelerada” de especies de animales o plantas
Por ejemplo, mediante la devastación de hábitats pues hay ejemplares endémicos que evolucionaron en un sitio particular y sólo ahí viven, como los teporingos de los volcanes del centro de México, si se destruye su ecosistema, se registra la extinción local y definitiva de la especie.
Otra es mediante la degradación de los ambientes. Cuando, por ejemplo, aún existen los ríos, pero con basura, aguas residuales y contaminación por químicos, se provoca la muerte de los organismos que los habitan. Una más es mover especies de un lado a otro.
“En nuestros jardines tenemos plantas que ni siquiera sabemos de dónde vienen, o pastos para alimentar ganado que ahora son una plaga y que afectan a los ejemplares nativos, como los mezquites. O en ríos y lagos habitan carpas de China o tilapias de África, que no sólo dañan a nuestros peces, sino que los pueden llevar a la desaparición”, explicó.
cfe