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Especialistas en debate político, estructura del discurso y neuromarketing compartieron diversas técnicas útiles en el arte de la persuasión mediante el uso de la palabra, en el Taller Avanzado de Oratoria y Debate, que se lleva a cabo en el Senado, y coincidieron en llamar a los jóvenes participantes a ejercitarse en la reflexión con sentido social de las ideas.
Los participantes en el Taller avanzado de oratoria y debate forman un mosaico de campeones regionales de oratoria, integrantes de clubes de oratoria, estudiantes universitarios, convocados por la Fundación Ealy Ortiz, A. C., en el marco de las celebraciones de los 100 años de EL UNIVERSAL y de los 90 años del Concurso Nacional de Oratoria de “El Gran Diario de México”.
El presidente del consejo directivo del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep), Guillermo Deloya Cobian, dijo que en el país se necesitan más voces críticas e informadas, para enfrentar los problemas, y este aporte puede surgir de los jóvenes que se ejercitan en el debate político.
Deloya Cobian expuso sobre las aportaciones y trascendencia del debate político en el desarrollo democrático, desde el primer debate de la historia, entre John Kennedy y Richard Nixon, hasta la actualidad mexicana, en la que los encuentros de candidatos se desaprovechan en el intercambio de ataques.
El director de la Escuela de Comunicación del Tecnológico de Monterrey Ciudad de México, Fernando Gutiérrez, impartió cátedra sobre el discurso, esto es, el mensaje, como un elemento de comunicación en la sociedad contemporánea, a partir de fundamentos teóricos. En ese sentido, explicó que el medio –radio, televisión, impresos, redes sociales--, tienen una estructura que moldea el contenido, la idea.
La comunicación estratégica, dijo, busca la construcción de una imagen, y en el caso de los oradores, los animó a cuidar que haya armonía entre la comunicación no verbal y las palabras, y que su discurso tenga la finalidad de ser persuasivo.
Eduardo Caccia, presidente de Mind Code, se refirió a la neurociencia y a técnicas que pueden ser aplicadas, desde luego, en un discurso, tanto improvisado, como elaborado con anticipación, y exhortó a los jóvenes participantes a ejercitar las respuestas a las preguntas “¿Quién soy?” “¿Por qué soy?” “¿Soy bueno para ti (el público)?” “Por qué habrías de creerme?”
Para la preparación de discursos propuso que los oradores tomen en cuenta los principios de cómo toma decisiones el cerebro, con base en la neurociencia, la cual señala que las decisiones pasan por tres procesos: el racional, emocional e instintivo.
A los tres cerebros hay que hablarles para que el mensaje tenga efecto; no se puede quedar en la exposición analítica, lógica de un tema; se debe también enamorar al receptor y, en tercer término, hacerle planteamientos dirigidos a lo instintivo, a la programación biológica de todo ser humano, dijo.
Entre los asistentes, estudiantes de 16 años y más, en los que predominan los jóvenes menores a los 30 años, se expresaron comentarios de sus deseos de desarrollarse en el liderazgo político, y al respecto Eduardo Caccia les sugirió que como políticos se inclinen por servir al público.
Planteó que el contacto con la realidad es fundamental para los oradores a quienes llamó “motivadores que con el pensamiento inspiran a la acción”.
El director de la Fundación Ealy Ortiz, Enrique Bustamante Martínez, fue moderador en las conferencias magistrales de los especialistas, a quienes los participantes les formularon preguntas libres.
