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En 1993 abrió sus puertas Papalote Museo del Niño, de la mano de Marinela Servitje. Su objetivo era despertar en los pequeños la imaginación, la curiosidad y el aprendizaje, además de abrir las mentes de las familias, y lo logró. Esto de acuerdo con el artículo publicado en El Universal, el 5 noviembre de 2008, bajo el título “Afirman que museo del Papalote ha cumplido su misión”.
Desde su inauguración, el museo integró el programa de responsabilidad social llamado Patrocinio Escolar, el cual recientemente cambió su nombre por el de Papalote para Todos. Se trata de un compromiso con niños de escasos recursos, vulnerabilidad y alta exclusión social que asisten a escuelas públicas y/o instituciones de asistencia social para que puedan vivir la experiencia Papalote y conozcan la manera de aprender a través del juego.
La visita incluye transporte, entrada al museo y una película en la ADO Megapantalla IMAX o en el domodigital Banamex. Los profesores pueden contextualizar o reforzar lo que enseñan en el aula, por eso pueden hacer una visita previa para que adquieran las herramientas necesarias que les permitan vincular los temas con las exhibiciones. Durante la previsita, los maestros reciben guías educativas y recomendaciones para hacer su recorrido más provechoso y divertido para los niños.
El cumplimiento de este programa se logra mediante el apoyo de empresas y organizaciones que también han declarado estar comprometidas con la educación, la ciencia, los recursos naturales, la salud, la cultura y el deporte como Bayer de México, Alpura, Banamex y SC Johnson, entre otros organismos.
Desde 2012 el Museo tiene un convenio con la Secretaría de Educación Pública a través de la Administración Federal de Servicios Educativos de la Ciudad de México para favorecer a pequeños de nivel básico, y en 2013 se firmó un acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social capitalina para hijos de mujeres beneficiarias del Programa Seguro contra la Violencia Familiar.
Con pasos firmes
El programa ha resultado un éxito en muchos sentidos, por ejemplo, en 2014 la calificadora social Filantrofilia reconoció que el Museo cuenta con un nivel de Desarrollo Institucional de 3.27, en una escala de cero a cuatro, conforme a las mejores prácticas; lo que corresponde a una A. Por si fuera poco, el programa obtuvo un 74.5% de eficacia en apego a su misión.
Más tarde, en 2015, Papalote para Todos reafirmó su responsabilidad con un total de 17 mil 452 personas beneficiadas, 142 escuelas y 117 instituciones.
Ha mantenido su objetivo de ser un espacio en el que se promueven valores, como el respeto y la inclusión, y se fomenta la convivencia familiar.
En entrevista para El Universal, Marinela aseguró que en el terreno de la educación está convencida que la desigualdad socioeconómica no debe limitar el progreso de los más necesitados.
“No había estado en un puesto con un presupuesto tan grande: 140 millones de pesos anuales sin subsidio del gobierno. La dirección del Papalote me enseñó a ser más creativa e imaginativa. Aprendí a administrar una gran institución con 500 personas trabajando y un millón de visitantes. También supe que debo acompañarme por los mejores hombres y mujeres”, expresó.
