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En México han nacido siete bebés de mujeres embarazadas que tuvieron el virus del zika, pese a lo cual se encuentran sanos, sin presencia de anomalías congénitas o microcefalia. Estos recién nacidos, sin embargo, serán vigilados médicamente hasta que cumplan los dos años de edad.

Ricardo García Cavazos, director del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud, en entrevista con EL UNIVERSAL adelanta que en las próximas semanas darán a luz otras cinco o seis mujeres que cursaron esta enfermedad cuando estaban en las semanas 18 y 20 de gestación y que también son monitoreadas para verificar el desarrollo del feto.

El doctor García explica que hasta el momento en 46 embarazadas, de un total de 53 que tienen zika, en ningún caso se ha detectado en los bebés alguna irregularidad por ultrasonido y otras pruebas realizadas.

Revela que como parte de las acciones para hacer frente a esta enfermedad se contrató a un equipo de especialistas en materia materno-fetal que estarán adscritos en los hospitales del sur del país, quienes capacitarán a más médicos de la zona y realizarán un tamizaje de la población.

Según el último reporte de la Dirección General de Epidemiología, en el país se registran 222 casos de contagio del virus del zika.

De las 53 embarazadas 36 son de Chiapas, 14 de Oaxaca, dos se detectaron en Veracruz y una en la Ciudad de México, el cual este último es considerado un caso importado, puesto que la paciente contrajo el virus cuando estaba de viaje en Chiapas.

Ricardo García indica que lo más importante es detectarlas en una etapa temprana y ubicar muy bien en qué semana fue el contacto con el zika para darse idea del efecto del virus.

¿Qué acciones realizan en torno al zika y las mujeres embarazadas?

—Existen lineamientos que nos permiten dar pasos precisos: detección oportuna, atención y el seguimiento de las pacientes embarazadas que dieran positivo en el estudio del virus. Lo primero que se hizo fue reforzar el primer nivel de atención médica con las consultas prenatales, en las que se integraron tres preguntas que los médicos tienen que hacer a las mujeres: ¿en tu comunidad existe la circulación del virus?, ¿has viajado a sitios donde hay zika?, ¿has tenido síntomas de la enfermedad?

A partir de este protocolo se hizo un registro de las mujeres embarazadas y se les tomó muestra de sangre para detectar la presencia del virus, el cual es muy corto, puesto que al presentar los síntomas cinco días después el virus no está en la sangre. Lo más importante en este caso es si presentan síntomas, la toma de muestra para confirmar, luego el seguimiento y atención de los pacientes.

¿Cuántos casos van?

—Hay 53 casos de mujeres embarazadas que tuvieron zika. A todas se les han realizado ultrasonido y el seguimiento del embarazo. Muchas están en 18 semanas de gestación, otras en 20 y unas más en 30. Hasta ahora tenemos el registro de seis nacimientos normales. Las mamás cursaron la enfermedad cuando se encontraban en la semana 30 de gestación.

Estamos esperando a las primeras que tuvieron la presencia del virus cuando estaban entre la semana 18 y 20 de gestación. Hasta el momento todo va bien, no se ha detectado nada.

¿Qué estudios se les realizan?

—No sólo es el ultrasonido o la medición de la cabeza del bebé, también se analiza la presencia de calcificaciones en placenta o en alguna parte del sistema nervioso del bebé; se ven restricciones del crecimiento, modificaciones en el líquido amniótico y se estudia todo el contexto de otro tipo de problemas asociados al embarazo, lo que implica todo un estudio integral. Están bien monitoreadas. Se revisa a la mujer y a su bebé, en todos sus órganos.

¿Dónde están llevando a cabo este monitoreo?

—En las cabeceras municipales de los estados hay hospitales grandes que tienen recursos, equipos de ultrasonido y personal capacitados, ginecólogos y radiólogos, quienes hacen el estudio.

Hay cuatro pacientes del grupo de las 48 embarazadas de las que no se tiene información completa debido a que están en comunidades muy alejadas de las cabeceras municipales o por cuestiones culturales, es decir, sus esposos no las dejan viajar para que sean revisadas por un médico. Eso nos está costando un poco de trabajo.

Hemos pedido el apoyo de parteras y con madrinas o padrinos que es personal voluntario que nos ayuda a acercar a la mujer y las acompañan para que se les hagan todos sus estudios. Además, se cuenta con posadas para las embarazadas, en donde el estado paga su transporte para que acudan al hospital a realizarse los exámenes correspondientes.

La edad promedio de las pacientes se ubica entre los 25 y 30 años de edad. Algunas tienen varios hijos y otras experimentan su primer embarazo.

¿Por qué se están concentrando los casos en Chiapas?

—Porque es la entrada de la migración del sur al norte del país. Es la entrada del mosco Aedes aegypti, que no sólo transmite zika, sino también dengue o chikungunya.

¿Qué personal han contratado?

—Se contrataron cinco médicos con especialidad materno-fetal, quienes se han preparado para detectar a través del ultrasonido cualquier alteración fetal, y estos serán para nosotros una fuente importante de apoyo a los sitios claves de circulación del virus. Ellos irán no sólo a hacer el estudio a las pacientes, sino también a capacitar al personal de los hospitales para que ellos continúen haciendo los estudios. Se ubicarán en Oaxaca, Chiapas, viajarán a Campeche y Quintana Roo, irán tamizando y capacitando a todo el personal del sur del país para que detecten cualquier anomalía en la salud del bebé.

Esto no sólo impactará en el caso del zika, sino también en otras enfermedades que podrán ser detectadas a tiempo, como, por ejemplo, alteraciones del corazón en los bebés.

¿Cómo se logra verificar si la mujer tuvo zika?

—Tratamos de hacer una búsqueda en la comunidad donde la mujer vive de la presencia del zika para hacer la relación de sintomatología. Hay que recordar que sólo una de cada cinco personas tendrá síntomas. La mayoría de las 53 mujeres embarazadas con zika los han tenido; por ende, se les ha hecho el estudio que ha confirmado la presencia del virus. Hay muchas a las que se les hace el estudio aun con síntomas y sale negativo, porque resulta ser dengue o chikungunya o una gripa, que puede confundirse.

¿Cuáles son los síntomas más comunes que han presentado estas mujeres?

—Eritemas (manchas rojas), conjutivitis no purulenta; no hay lagañas de color verde, pero presentan ojos muy inflamados como si tuvieran “tierrita” en los ojos, dolores articulares y fiebre.

¿Cómo van las investigaciones en torno al zika, a los embarazos y a las microcefalias?

—México tiene ahora una delegación de investigadores participando en Brasil, donde se hacen revisiones del tema y correcciones de información.

La Organización Panamericana de la Salud ha dicho que científicamente no hay una comprobación del zika con microcefalias. ¿México en qué está trabajando?

—En conjunto con el Instituto Nacional de Perinatología estamos haciendo un protocolo de enlace. Les hemos dado la placenta de la primera mujer embarazada que cursó con zika para que sea analizada y se determine si en el tejido hay presencia del virus.

Otro elemento de investigación es la orina del bebé, además de que se le toman muestras de sangre para hacer los exámenes correspondientes. Se realizan investigaciones nacionales a través de protocolos.

¿Qué les dicen a las mujeres embarazadas sobre el zika?

—Hay de todo, la difusión la tienen a través de Promoción de la Salud, donde se les informa de esta enfermedad. Algunas lo toman más en serio que otras; unas creen que no les dará porque están en zonas donde no circula el virus. Las fumigaciones, los pabellones, los repelentes de insectos y el limpiar los patios de las casas son acciones que pueden ayudar a prevenir la presencia del mosco, y el aviso a las mujeres es: “estás embarazada, cuídate del mosquito”.

Existen 53 casos registrados y todavía no entramos en la temporada de lluvias...

—En la temporada de lluvias es cuando por lo general los casos aumentan. Ahora estamos en una búsqueda intencionada de mujeres embarazadas que hayan cursado con zika, incluso en zonas donde no se tiene la presencia del virus. Se espera en este año incrementar el porcentaje de mujeres que acuden a su consulta prenatal en el primer trimestre de gestación, puesto que existe un rezago mayor en las primeras semanas de embarazo. El 70% acuden, pero el resto no.

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