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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
La Arquidiócesis de México consideró que “no hay razón para permitir que los partidos políticos sigan derrochando inmoralmente los recursos de un país sumergido en la pobreza, por lo que resulta inaplazable un recorte presupuestal a esos institutos políticos.
“¡Hoy no hay excusas!”, subrayó, al considerar los “costos millonarios” del sistema democrático, los candidatos a puestos de elección popular “que resultan ser cartuchos quemados o ex funcionarios señalados, juniors o de dinastías familiares”, y ante el “centralismo exagerado” que sufre el Instituto Nacional Electoral (INE).
En el editorial del semanario Desde la Fe, editado por esa arquidiócesis, se hace referencia a diversos aspectos del proceso electoral de este año, en el que se renovarán 12 gubernaturas.
Precisó que el padrón convocado a los comicios representa 45.40% de los mexicanos en edad para votar. Por ello, destacó, llama la atención el porcentaje de pobreza en las entidades con elecciones, pues son 23 millones de pobres. Es decir, casi 42% del país, y 5 millones de personas en pobreza extrema, 43% de quienes sufren estas condiciones en la República.
Destacó que “estos porcentajes se contraponen a los gastos, dispendio de recursos y prerrogativas exorbitantes para partidos políticos”.
Criticó la selección de los candidatos, pues “el electorado está ante los dilemas generados por la clase política desgastada y cuestionada. En medio de la corrupción, todo se paraliza en las negociaciones legislativas y los acuerdos se generan a raíz de los resultados en las urnas.
“Los partidos recurren a viejos candidatos, funcionarios señalados, cartuchos quemados, juniors y dinastías familiares, sea en solitario o al amparo de coaliciones kafkianas; las ideas políticas convincentes son para ilusos que se aferran a campañas huecas que persiguen el poder sin proponer”.
Subrayó que además de un “centralismo exagerado”, el Instituto Nacional Electoral carga, ante el debilitamiento de los intitutos locales, “con la maltrecha, confusa, forzada y artificial reforma política de la Ciudad de México, esforzándose para llegar alos ciudadanos de la capial y elegir a una Asamblea Constituyente que no naufrague el 5 de junio.