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La primaria Centro Urbano Presidente Alemán (CUPA) es un modelo de institución que la Secretaría de Educación Pública (SEP) aplica para el programa Escuelas al CIEN, puesto que cuenta con los ocho componentes que el Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (Inifed) considera básicos para que las instituciones funcionen de manera adecuada en beneficio de los estudiantes.
Ubicada en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México, las instalaciones de esta escuela cuentan con seguridad estructural y condiciones generales de funcionamiento, servicios sanitarios, mobiliario, bebederos y áreas de servicios educativos adecuadas, así como cableado interno para internet y telefonía en aulas de medios y administrativas, además de un arcotecho para el mejor desarrollo de las actividades físicas y deportivas de los alumnos que allí acuden.
En Escuelas al CIEN (Certificados de Infraestructura Escolar Nacional) se dispone de 50 mil millones de pesos, para ser aplicados entre 2015 y 2018, en poco más de 33 mil planteles públicos —31 mil 300 de educación básica—, en los que se pretende completar el esquema de los ocho componentes con los que cuenta la escuela modelo.
Alberto Segarra González, gerente de Construcción y Supervisión de Obra del Inifed, explicó que la restauración y construcción de lo que se necesitaba en las instalaciones del plantel de CUPA se llevó 110 días; inició en octubre de 2015 y terminó en enero de este año.
En la escuela, la cual funciona desde 1950, se colocó un arcotecho, se remodeló el comedor por ser Escuela de Tiempo Completo, se restauraron los baños, se arreglaron los desazolves, se impermeabilizaron los techos y se colocó malla ciclónica en las bardas.
El resto de los elementos básicos contemplados por el Inifed estaban cubiertos en esta escuela, como muros, pisos, techos, ventanas, pintura, escaleras, barandales e instalación eléctrica. Esto implica que dependerá de las condiciones de cada plantel el tipo de obra que se realizará dentro del proyecto de Escuelas al CIEN.
Gerardo Betancourt Arregoite, director de CUPA, explicó que los padres de familia fueron una pieza fundamental para la transformación de la escuela, porque gracias a su atención y perseverancia las obras se entregaron a tiempo y de la forma en que se habían comprometido.
“Ellos fueron los auditores y cada pago hecho a los contratistas era autorizado con su firma hasta la entrega de las mejoras solicitadas”, dijo.
Para Betancourt, la mejora de las instalaciones provoca que la población estudiantil acuda con mucho mayor entusiasmo a tomar clases, puesto que se siente cómoda en un espacio que es adecuado para sus actividades.
