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A nivel nacional, de octubre de 2015 a la fecha, se han reportado mil 290 casos confirmados de influenza con predominio del subtipo H3N2, con 781, lo que representa 60.5% del total. La presencia de esta cepa en los pacientes detectados es superior al registro de H1N1, que es de 320, así como de B, con 141, y 48 de otros tipos del virus, de acuerdo con documentos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa) federal.
La familia del virus de la influenza se clasifica en tres tipos: A, B y C. El A incluye tres subtipos: H1N1, H2N2 y H3N2.
Éste último es una gripe estacional, al igual que los otros, que se caracteriza por el inicio súbito de fiebre alta, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal.
El tiempo que transcurre entre la infección y la aparición de la enfermedad (el llamado periodo de incubación) es de aproximadamente dos días.
La diferencia entre el H1N1 y el H3N2 es molecular, no clínico, por lo que los síntomas que presentan los pacientes son los mismos y, de igual manera, se propaga fácilmente y puede extenderse con rapidez en escuelas, residencias asistidas o lugares de trabajo y ciudades. Las gotitas infectadas que expulsa el paciente al toser pueden ser aspiradas por otras personas, que quedan así expuestas al virus.
Éste puede propagarse a través de las manos infectadas. Para evitar la transmisión hay que lavarse las manos regularmente y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo de papel al toser o estornudar, recomienda la Secretaría de Salud.
La dependencia informó que hasta ayer había distribuido 35 mil tratamientos antivirales, a fin de garantizar el abasto en los Servicios Estatales de Salud y hospitales federales.
Dijo que, de forma adicional, se cuenta con una reserva estratégica de 40 mil tratamientos; destacó la importancia de mencionar que todos los virus de influenza que circulan en México pueden manejarse de manera efectiva con antiviral y que la vacuna contra la influenza incluye protección contra los virus AH3N2, AH1N1 y B.
La Secretaría de Salud insistió en sus recomendaciones, como consumir alimentos y complementos altos en vitaminas A y C (frutas y verduras), así como abundantes líquidos; abrigar, especialmente a niños y adultos mayores, con ropa gruesa —de preferencia de algodón— evitando las prendas ajustadas y de tela sintética, y cubrir sitios en los que puedan entrar corrientes de aire frío.