Más Información
Detienen a sujeto en posesión de droga sintética en Baja California; decomisan más de 300 mil pastillas
Senado alista elección de terna para la CNDH; morenistas aseguran llegar unidos para elegir el mejor perfil
Plan DN-III-E continúa en 13 municipios de Veracruz por tormenta “Nadine”; entra en fase de recuperación
Reforma judicial en marcha; convocatoria para inscripción a elección ya tiene fecha, anuncia Monreal
pedro.villaycana@eluniversal.com.mx
A pesar del frío que se siente en las inmediaciones de la Nunciatura Apostólica, cientos de personas se alistan para despedir al papa Francisco de la Ciudad de México.
En el que será el inicio de su último recorrido por la ciudad, alrededor de 200 personas se encuentran en la esquina de avenida Insurgentes Sur y Calle Juan Pablo II, la mayoría de ellas, llegaron desde la media noche para apartar un lugar que les permita ver al líder del Vaticano.
A lo largo de la avenida Insurgentes se observa a personas corriendo con sillas, bancos y escaleras para ver el paso del Papa rumbo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y tomar el avión que lo llevará a Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Quiero volver a tener su bendición”
Para María del Carmen León, originaria de Valle de Chalco, Estado de México, a pesar de que ayer vio al líder católico en su regreso a la ciudad procedente de Morelia, Michoacán, desea nuevamente volver a ver a Francisco.
“Tengo la ilusión de tener la bendición del papa Francisco, pues yo siento que me bendijo cuando lo vi cuando regresó de Morelia, pero como fue tan rápido, quiero volver a sentir esa sensación”, comenta.
María del Carmen permanece desde la noche de ayer en esta zona de la ciudad para obtener un buen lugar y ver pasar en un par de horas al religioso argentino.
“A pesar de que pasé toda la noche, no tengo sueño y no tengo hambre, tengo la ilusión de volver a verlo. Vale la pena haber hecho todo esto. Es una experiencia que a mis 55 años sé que no la voy a volver a tener”, agrega mientras sujeta la valla metálica para que no la puedan mover en el lugar en el que está desde hace más de ocho horas.
"Mamá, estás chiflada"
Cuando Teresa Castillo informó a sus hijos que ayer que no dormiría en casa, a lo que ellos contestaron "¡mamá, estás chiflada!".
Con risa comenta la expresión de asombro que tuvieron sus hijos al comunicarles que se quedaría toda la noche en las afueras de la Nunciatura Apostólica y ver de cerca al papa Francisco.
"Yo lo escuché en Ecatepec el domingo, pero solo lo escuché y ahora lo quiero ver", dice con una sonrisa.
jcra